Ascensión y decadencia de amores Parte 1
La
vivencia de los amores encontrados por sucesos y encuentros imprevistos
es una ciencia curiosa ya por si. Cuando nos encontramos de repente con
una persona que despierta nuestro interés, y a su vez ese interés es
correspondido comienza la paulatina apertura y desvelo de secretos y
pasiones personales, que de otra manera difícilmente saldrían a la luz.
Se
produce una especie de explosión repentina de tabus polvorientos que
después de mucho tiempo encuentran una reciprocidad que sabe ciertamente
a miel.
Lo curioso de esa ascensión de un
amor recién descubierto es que te das cuenta que puedes ser mas libre de
lo que hayas sido antes, que ella o el han sido un revulsivo para darte
cuenta que realmente estas vivo. Los días y la semanas pasan y tu
reforzado ser adquiere la fuerza positiva que atrae a mas personas. Si
sabes querer, otros también te querrán y aprendes a desechar antiguos
obstáculos como los celos o barreras sociales. Hay mundo más allá de la
ciudad donde vives, la universalidad de un globo terrestre habitado por
terrestres hasta se te hace indispensable para proyectar tu expansión
espiritual. El espacio lo compartes con ese corazón palpitante que tanto
te fascina.
Llegan los juegos labiales, los
guiños de complicidad y a ambos no les queda mas remedio que
convertirse en fugitivos de la cotidianidad. Las noches pasan a retomar
el protagonismo que de antaño tuvieron. Y ciertamente te llegas a creer
como dice una canción: “Tenemos el record del mundo en querernos".
Ascensión y decadencia de amores Parte 2
En
ocasiones, y sin previo aviso, después de haber permanecido juntos
enlazados por eternidades de días y silencios comprendidos, se presenta
un grieta creciente en el rojo pasional de ambas conciencias. Los
orígenes de la grieta no siempre tienen un porque explicable ni
motivación lógica. Se producen, y simplemente sientes que la distancia
que separa ambos corazones se acrecienta cada vez más. Tu inteligencia
racional busca una razón, pero aunque la encontraras, nada impide el
hecho que los silencios afines anteriores han dado paso a la distancia
más dolorosa.
En tu sabiduría otorgas espacios,
tiempos, en ocasiones con la esperanza que tu ausencia notoria lleve a
la otra persona a echarte de menos y recordar lo que tanto significabas.
Ambos
jugáis el juego de no herir, de mostrar quien lleva los guantes mas
blanqueados. Hacia el exterior mantienes la compostura de haber aceptado
la nueva situación con cordura y madurez, pero en el fondo sabes y
sientes que te gustaría volver a los orígenes de lo que una vez fue y
una vez funciono.
Pero todo lo ocurrido es más simple
de lo que parece. Empiezas a valorar todo lo positivo de la relación
vivida, respiras a fondo, sales a calle y dejas otra vez emitir tu
optimismo hacia el mundo mundial. Has crecido, has vivido, has acumulado
las intimidades de otra persona que te ha hecho confirmar tu validez
personal. Ese encanto que vuelves a disponer, fue una de las razones del
crecimiento de tu pasado amor. Sabes amar, pero también sabes dejar ir,
tanto uno como otro son tan vitales para no echar a perder la esencia
de la libertad de elección que tanto proclamas. Vuelves a sonreír ...
vuelves a ser tu esencia perdida con un toque más de elegancia. Y la
decadencia de un amor es el comienzo del renacimiento de una nueva
ocasión.
@Ava
AMAR ES OTRA COSA
Hace 7 años
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