¿Quién decide lo que es correcto, lo admisible, lo que se puede mostrar, lo que es permitido? Mírame pues.
Tengo barro en los tobillos, tengo miríadas de estrellas negras en mis ojos metralla y, por si fuera poco, no atiendo a los Top Trend de las listas.
Un zapato con tres rayas y una camiseta con cocodrilo, me dicen tanto como las habichuelas de tres días que deseché. ¿Por qué la gente se sigue casando en bodas tediosas, con invitados sudando colores en sus corbatas en un vano intento de encajar?
¡María! Niña descalza, aprieta tu pie en mi ombligo, álzame la mano y con pasión, te elevo sobre mis hombros, alerta como faro de la expansión creativa. Aún hay tierra que no sucumbió a la vanidad de los clichés.
No te apenes, amigo, no te caigas abajo, amiga, no dejes que las manos y los comentarios ajenos tracen tu camino. A ellos les importas un pimiento, pero a ti, te importa todo. Echa la manzana hacia arriba y mordisquea el aire que te da la vida.
Sé Dios personal que expresa bondad y amor para decidir. Vida, vida, vida... y dilo otra vez... Mi Vida. Sé Ángel que sabe seducir para vivir.