martes, 23 de octubre de 2018

Tu perra que te ve con esos ojos de quererte mucho - Poema de Las Crónicas de Ava

Tu perra que te ve con esos ojos de quererte mucho

Te quiero. Y me cuesta decir estas palabras a menudo,
pero te quiero por todo el empeño que pones de tu parte para que esto salga bien.
Te quiero, a pesar de que aparente a menudo ser insensible y alejado
de los cumplidos ceremoniales de las personas que dicen quererse,
pero tú  ya sabes que así lo percibo.
Proyectar cariños y rituales que no me son cercanos
seria una burla a mi persona,
y también a la tuya.

Te quiero, por el gran corazón que tienes,
y veo que muchas veces,
esta es tu forma de protestar contra las injusticias
que acontecen en este ruleta mundial.

Yo soy muy visual,
tú eres más de adentro,
y te admiro por esa capacidad.

Y no me puedo mentir a mi mismo,
si me niego a comprar rosas y libros un 23 de Abril,
y me apetece más regalarte un chicle alargado de esos de lámina,
para darte diez minutos de frescor de boca.

Y algunas veces, ya te dije,
que si fuera Lorca,
taparía con una sábana a los que recitan ciertas palabras en mi nombre,
esas que nunca he querido decir, ni he sentido.

Y fue el otro día,
que tu también alzaste tu voz como mujer,
para apoyar mi alegato de que  la  agresión no tiene genero,
y está presente en todos los estratos de la  condición humana.

Este es un abrazo que te doy,
mientras tu perra querida de todos estos años
te mira con esos ojitos  de quererte e mucho.

@ Las Crónicas de Ava

viernes, 19 de octubre de 2018

Abrazando un árbol dentro de la nada - Poema de Las Crónicas de Ava

Abrazando un árbol dentro de la nada

Muchas veces hable de la nada,
como si la conociera de toda la vida.
Y si,  a ratos la tengo pegada en mi respirar,
a  ratos  la nada me hace sentir inerte y tranquilo, 
como si estuviera en el reino de la calma en el centro de un  huracán,
y viendo como todo alrededor se cae en las garras de un mundo caótico.
Y si, la nada, debo decir,
es una forma de explicar, 
que hay personas que no sienten el amor como se esta proyectando en este mundo de espejos y cerillas quemadas.

Y si somos carentes de sentimientos,
tal vez pensad,
que estos sentimientos no se pueden visibilizar en esta dimensión,
igual que las ondas de radio pasan inadvertidas
para las puntillas de las hojas de los tréboles.
Escucho murmullos de los que sienten pena e incomprensión  por nuestra  inaptitud para sentir como ellos. 
Pero no tengo ganas, ni tiempo, ni guantes de tacto adecuado,
para explicarles porque soy a menudo invisible,
pero no triste.

Por eso muchas veces, la nada ha sido tan adherente a mi,
como una fruta adecuada para introducirme dentro de ella
y agarrar  un árbol  entre mis brazos,
 para dormir plácidamente
y hacer que brote todavía más la fuerza dentro de mi voluntad.

Esta es la fuerza del silencio,
son mis pasos metro atómicos que no me dejan en la estacada.
El hacha del nacimiento me ha partido así,
pero no ha podido romper la  línea sensible que me tiene conectado con varias  dimensiones.
Mis dos pies están firmes y de misión por esta Tierra  de noventa paralelos.

@ Las Crónicas de Ava