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Soy hijo de noviembre,
nacido de la melodía de un "Crises"
con una torre en medio de un mar verde.
Despojado de sus raíces,
el mundo me abrazo y me dio consciencia de todas partes.
Troceado en llantos fluviales por mi fragilidad,
le devolví a Dios la promesa de No Rendición,
pero la tentación de irse es muy fuerte.
Y en las palabras encuentro espacios,
lo que mi alma es,
lo que en la vida real esta bajo una cúpula de emociones.
Esas emociones son volcanes,
no puedo controlar todas las erupciones,
ni evitar el proceso natural de la ley de los puntos sensibles..
El entrar y salir del mundo real al paralelo
se cobra la intensidad requerida,
la progresión de lo que realmente siento,
y lo que no puedo tapar, callar.
¿Es ese el destino de un sangre y huesos al que los demás llaman Poeta?
No pienso más allá ...
descansar.
@Ava
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