Soy equilibrista de palabras,
juego con ellas
y me muevo entre dos culturas aparentemente distintas,
pero cercanas en simpatía e historia.
Me gusta la rigidez y el orden del idioma de Goethe,
y mayor motivación siento cuando arreglo un encuentro
amoroso entre el caballero Teutón y la dama Hispana,
su Excelencia, de la lengua de poetas y dueña de territorios del
hemisferio sur.
Un sincero “Ich liebe Dich” se dibuja en amarillo y rojo para
fortalecer las vocales con un “Te Amo”.
Soy traductor por circunstancias,
entre los bosques verdes de Frankfurt y los limites del muro divisor
se repartían mis años crecientes, mi adolescencia.
Hoy el punto amarillo que brilla sobre la piel expandida del toro
me ayuda en mi comprensión de la diversidad,
la deseada universalidad.
¡Si!,
traductor de palabras,
escritor de emociones,
explorador de músicas posibles e imposibles,
vosotros ya sabéis, ya me conocéis.
Para seguir experimentando debo entregarme…
… las conocidas Crónicas.
¡Danke! ¡Gracias!
@Ava
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