lunes, 12 de agosto de 2013

Poesia: En una caja de cerillas digo cosas



En una caja de cerillas digo cosas

Alegría por la noche que se me está acercando
por el lado contrario del día que termina.
El día que acaba y la noche que se aproxima.
No hay otra igual que tu.
Es mi esencia vital
por mucho que intenten robármela.


La ansiedad es nocturna por excelencia.
En irrepetibles ocasiones sus sabores a café despejado
aliviaron mis locos deseos,
oscurecieron sin prisa el lado oculto de mi invisible compañía,
los sentimientos congelados,
derritiéndose por ser la noche negra, fría y caliente a la vez.


¡Es verdad! Lo olvidaba casi.
Decir que el gusto es mío
al tener a un piano adueñándose de estos segundos o minutos,
quizás un interminable momento de pasión,
presente el aliento rítmico de esa música
por donde yo quiera que este.

¿Fascinante verdad?

¡Ahora o tal vez nunca sea!,
ganas ajenas a mi voluntad vibran
sobre las vidas improvisadas de los tambores,
de las amistades.

¡Bum, Bum!, y más cañas de bambú
y la noche como siempre fue.
Los que quieran descubrirme que sepan:
¡Cuidado, que soy frágil!
Mi rumbo y mi destino,
allí iré.


El mar en una caja de cerillas y dentro encerradas
mis pertenencias del pasado,
aguardando el instante en que decida,
ejecute la sentencia del olvido
sobre cosas y lugares que no tienen nombre ni sitio
en la tierra que yo pise.


Caprichos como estos relatos inconcretos,
a penas descifrables para exteriores,
tienen lo exquisito de ser de donde son,
personales, defendidos sin condiciones.

Termina de una vez por todas,
ser poeta agrada pero igualmente destruye.
Finalizan las letras en negro y el papel en cuadros.
¡Acaba, acaba pronto!

Instante muerto y un poeta de esencia vital
llega a su fin con el piano entregado a ser suyo,
y adelante los soldados sobre las melodías,
el silencio conquistado fácilmente.
La esencia vuelve, la vida retorna en mis manos
y ese beso intencionado,
todo esta claro.


Es medianoche y unos minutos añadidos
para triunfar sobre el mal rato de esta vez.
El lado oculto ya mencionado,
la invisibilidad deseosa,
apetecible por que se haga, que aparezca.
En definitiva resumiendo lo asumido
afirmo rotundamente: ¡Complicadísimo!
Así de tajante y revuelto.

@Ava

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