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Poesia: Furor
FUROR
No se puede
masticar siempre el pan del señorío.
Algún día cayeran migas de la suave boca.
Migas, tan pequeñas como son,
le llevan a uno a un desastre imparable,
a un remolino de furor
del que no se puede salir
.
Miradas que
son después los augurios del odio,
enteras fuerzas de destrucción
que se fijan en un objetivo.
El instante llega
en que odio, desesperación y amor
se mezclan en una irresistible droga:
el placer de destruir, de herir.
En la obra
del placer,
si golpe a golpe
vacía el alma llena de piedras,
cuando gotas de sangre despiertan en el interior
la avidez a venganza,
se retrocede hasta los orígenes más primitivos.
El interior solo
podrá ser pesado con plumas,
la venganza solo podrá ser hundida,
la droga solo perderá su efecto,
luego, al sentir compasión y vergüenza propia.
El valor personal se vendió muy barato.
Se vendió la reprensión,
el ánimo y la comprensión,
pasaron los días de sol.
Llega el momento en que las nubes grises
tapan los intentos de reparación.
Vienen relámpagos que exponen el pudor
a la luz de la verdad,
el pudor escondido en una casa de caracol.
@Ava
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