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Necesito leer otra vez esa carta de despedida,
guardada en las cajas polvorientas
donde se acumulan los años
para saber porque termino aquel amor
que empezó con una confesión de intenciones
en aquella avenida de verano.
Necesito investigar en la enciclopedia la conexión que existe
entre Vladivostok,
la perla oriental del Pacifico que hizo estirar Rusia hasta la inmensidad,
entre Ushuaia,
y su valiente vigilia ante las heladas incursiones de la Antártida,
y entre Finisterre,
el fin del mundo antiguo donde más allá del horizonte
el mar se precipita en cascadas al olvido.
Te necesito a ti, amiga Poetisa,
necesito leer tus versos contrapuestos
para reconocer que los limites que aún llevo conmigo,
tu ya los has superado.
Periódico aquí, prensa allá,
no siempre me apetece leer la misma inutilidad aplicativa de siempre,
aun me sorprende ver caer políticos egocéntricos en sus propias falacias
y promesas engordadas con mentiras.
Me encanta leer esos comentarios por Facebook de las medias lunas en fase de empatía
y apoyo compartido,
tan cercanas a mi emisión universal de amistad y comprensión.
En muchos casos me siento motivado a seguir leyendo,
a seguir escuchando lo que los clics del ratón me terminan por revelar.
Necesito leer mucho más,
con intensidad, con gusto,
porque necesito procesar ideas,
sentimientos tuyos,
mezclarlos con mi creciente deseo por ser poeta, por ser escritor,
por eso necesito leerte.
@Ava
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