nunca te fuiste,
ni aquel Septiembre,
ni nunca.
Te siento cada día al despertarme,
como me miras, como me abrazas, como me quieres,
y no hago más que llorar,
llorar de felicidad, llorar de tristeza,
llorar de orgullo, llorar por mi niña que es tan grande.
Y cuando te recuerdo, cuando te siento oír “Mama sigue”,
yo recibo esa fuerza, esas ganas, esas tremendas ilusiones,
recibidas de donde tu estas,
de donde tu permaneces,
en mi y en todas partes.
Te veo al percibir las hojas que caen en otoño,
te siento en invierno cuando mis manos se enfrían y tú le das calor con tus manos,
te huelo en primavera al abrir el bote de miel recién recogida,
me refrigeras en verano con el aire y los vientos que tú dominas.
Hija,
por ti en su día luche para vivir,
regrese con fuerza para triunfar,
te quiero y amo por siempre.
Tu Mama.
(En memoria de Maria Belen Simonov-Romero)
@Ava
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