jueves, 6 de febrero de 2014

Poesia: Atropellada


Atropellada

Era el último beso
antes de salir del coche.
Ella no quería irse,
yo no deseaba que se fuera,
era así de simple,
con todo el peso del sentir.

Abrió la puerta,
no lo vio venir,
ni yo tampoco.
Al salir
se la llevo
un demonio de metal y caucho,
atropellada y retirada de la vida,
y en memoria perpetua
se me grabo ese instante
en que sus ojos se fueron.

Estampado con escalofrió
mi cuerpo sufrió la muerte retrasada,
lentamente antes de dejar de existir,
la muerte duradera,
y no pude hacer nada,
solo mirar,
mirar el golpe y su mirada,
llevada por una circunstancia de la casualidad
que no quise aceptar.

@Ava

0 comentarios: