miércoles, 2 de noviembre de 2016

Poesía: Salir del ciclo



Salir del ciclo


Digo. Callo. Reviento.
Quemo las amapolas,
que se repiten en las hojas amarillentas
de los versos románticos que aburren hasta la saciedad,
con paisajes de pasteleo de un Tú y Yo,
de un Yo y Tú.

Se aman con rosas impregnadas en sus chaquetas diarias,
pero no es mi viaje, no es mi mundo.
¿Que os puede decir un naufrago como yo?

Flex, Sex y Rex.
Duerme, reprodúcete y ladra.
Añades azúcar, leche y cereales
y la fibra te acerca a ser un poco más de acero.
No, no estoy grillado,
aunque si lo pienso bien,
puede que para algunos si,
aunque eso depende desde que punto de la vida y moral se mira.
¿Verdad?

Para que siguen recogiendo las nueces reventadas
que los predicadores ideológicos dejan en las calles.
Si no lo haces te dicen que no eres “Pueblo”.
Si no lo haces te dicen lo que quieren.
Dejad que se parten las cuerdas vocales al hablar.
Es más importante saber pintar tus sueños.
Es mucho más importante descubrir lo que quieres en esta vida.

Hago clic en publicar y envío post.
Amen.

@ Las Crónicas de Ava

domingo, 23 de octubre de 2016

Poesia: Tocar suelo

Tocar suelo  


Callado.
Tumbado.
Miro hacia arriba para alcanzar una cuerda y atar la amenaza permanente.
De pie, la Tierra me asegura de no caer en la inconsciencia.
El rey del sueño puede ser traicionero
y es difícil deshacerme de mi naturaleza vigilante.
Para esto también sirve la prosa libre.
Para taparse con cariño y valor.
Para alcanzar la costa segura.

 
@ Las Crónicas de Ava


lunes, 17 de octubre de 2016

Poesía: Cuando el espíritu se deshace de los grilletes para salir volando



Cuando el espíritu se deshace de los grilletes para salir volando



Son historias,
ni más ni menos,
son historias.
Las cuento, las vivo, las invento,
las inyecto en mentes que necesitan doblar el espacio de lo que se ve,
para percibir lo que no se ve.

Me tapo con la capucha y desaparezco entre la multitud.
para escuchar y ver,  
para ser una cuerda donde enraízan las fluctuaciones de la gente dispersa.

El amor parece tan poco cuando es masacrado a diario en los más de doscientos países que dan color a los mapas de este mundo.
En 1985 sintonizaba emisoras etéreas en onda corta.
Estaba muy lejos
y solo los veranos me acercaba a la manzana que me vio nacer.

En 2016 son otras las energías que me traspasan para no permanecer estático.
No puedo prometer quedarme con las manos y las vibraciones atadas,
no siento pena,
es la verdad.

Háblame de los besos que has podido dar a otros hombres,
yo puedo entenderlo,
bese a mujeres diferentes.
Háblame de como se te escapa la mirada,
lo puedo entender.
Besa a quien quieras,
estoy aquí.
Te invito a ser libre y dar mucho.
Te lo dice el hombre luna, el niño estrella.


@ Las Crónicas de Ava

domingo, 16 de octubre de 2016

Aparición en Antologia Poetica de Aliar Ediciones

Mi poema "Toca el cielo para abrir el pozo de las palabras" ha sido elegido para formar parte de la Antologia Poética "1er Certamen de Poesía y Prosa Poética de Aliar" de Ediciones Aliar.



jueves, 13 de octubre de 2016

Poesía: Muerte lenta en vida



Muerte lenta en vida
Pienso.
Estar solos cuando lo necesitamos es diferente
a estar solos cuando ya no tenemos nada que compartir o que nos compartan.

Que alivio en el primer caso,
que espanto en el segundo.

Posiblemente, la muerte lenta en vida,
tiene mucho que ver con ello.

Peligro:
El virus de los zombis desmotivados.

@ Las Crónicas de Ava

domingo, 9 de octubre de 2016

Poesía: Denúncialo



Denúncialo

¿Por qué sigues aguantando?
Él te pego, te humilló.
Estabas tirada en el suelo y te pisó la cara con la suela del zapato hasta hacerte sangrar.
Las rayas de las baldosas del suelo llevaban a la puerta
de la niña encerrada en su habitación.
“No salgas cuando Papi y Mami están discutiendo”,
eso le habías inculcado.
 
¿No ves que aquel: “Si quiero, hasta que la muerte nos separe”
que le diste en la iglesia de San Blas, no tiene ningún sentido?
Él ya no es ese hombre,
ya no es ese padre de una criatura en común traída al mundo hace más de siete años.

Tu cuerpo es soberano, tu mente es tuya, tus acciones también,
métete eso en la cabeza, a pesar de sus palabras y amenazas constantes.

Las costumbres de tus padres, la sociedad, la religión, el qué dirán,
la puta tradición, te han influenciado a poner tus deseos, siempre, en el último cajón de tu vida.
Besar a otro está mal, mirar a otro no se hace,
abrazar (por Dios, qué es eso),

no es la vida que pide tu vida.

Hace un par de meses conociste un hombre maltratado,
si, también los hay.
Hace un par de semanas te atreviste a besarlo,
y a él se le soltó un poco de infierno que llevaba encima.

Hoy fue el último golpe de tu marido.
¡Marido!
Que expresión tan vacía la de nombrar a alguien
que debería ser el mejor compañero de aventura.

Quieres una vida diferente, muy diferente a la de ahora.
Quieres besar a quien te de la gana,
acariciar, si las neuronas te inducen a tocar.
Quieres matar todo el rastro de culpabilidad que te inflingieron desde que tienes uso de razón.

Hoy, has podido plantar la bandera de tu soberanía.
Tú eres la plaza fuerte que nadie puede asaltar.
¡Nadie!

@ Las Crónicas de Ava

sábado, 1 de octubre de 2016

Poesía: Digo A donde pone O



Digo A donde pone O

En términos tradicionalistas no soy especialmente romántico.
Más bien un puñetero duende que dice A donde pone O.
Y trazo líneas según el compás lunar que me guía en mi dedo derecho.

Paris es bonito, si,
pero Praga, llévenme a Praga
y haré de Kafka un poema viviente.

Pulsar.
Pulsar una caricia.
Es como un beso sin besar
pero con cien miles de fichas de emociones que se caen una tras otra en tu cerebro.
Allí también se siente.
No lo nieguen. Se siente.

Y no voy a pedir perdón cuando desato los nudos
y divago con frases siderales por este espacio.

Un sofá,
unos pies y pasos para llegar a el,
un mando de distancia para transportarme a un mundo Star Trek.

A veces soy parco en palabras.
Puede haber varios motivos detrás:
Cansancio, hartazgo por la abundancia de expresiones
que solo van al río y no dicen nada,
el gusto al silencio,
la caricia a una piedra que relaja,
o paisajes de música ambiental para entrar en túneles de trance.

La escasez soltada al momento idóneo,
desarma más que un corazón atascado.
Es hora de decir Adiós,
es hora de dejar mi puerta un palmo abierto,
no descarto, no espero.

@ Las Crónicas de Ava

jueves, 29 de septiembre de 2016

Poesía: No temas partirte la boca



No temas partirte la boca



El norte no se debería perder,
sin necesidad de invocar frases caducadas del Che Guevara.
Tus células orgánicas y anímicas a punto de estallar
pero allí esta la pintura de letras que tecleas cada día 
como efecto de contención para aliviar la presión.

Franco ya dejo de existir hace más de 40 años,
y en algunos los bucles se repiten una y otra vez.
¡Que cansino por Dios!
Uno ya esta en otra historia,
y no sorprende después de haber traspasado cuarenta y cuatro fronteras.

No se puede silenciar el tiempo,
menos ese flujo que archiva en estanterías de archivo a los anacrónicos congelados.
Se te abren puertas, las importantes.
Otras se te cierran,
las que te llevan a ninguna parte.
No temas partirte la boca para defender tus ideales,
esa es una constante en la que puedes confiar.


@ Las Crónicas de Ava

lunes, 26 de septiembre de 2016

Michael Whalen - I Have Loved You for a Thousand Lifetimes




Poesia: Cada cuatro años, después de un mundial, surge algo



Cada cuatro años, después de un mundial, surge algo


Los labios ya no están pixelados y la boca emite vocablos reales,
y yo te diría:

“Esto es lo que te hace sentir”


En este desayuno cómplice,

no se anhela lo que uno no tiene,
más te diría:
“La apariencia es un escudo y detrás de ese escudo
muerdes la fruta a gusto”

Cuando me canso de predicar un mundo sin fronteras,
dejo de tirar del carro durante el rato que estoy contigo.
Y tu me añades:
“Cuando vienes, dejo de escuchar
el sufrimiento y dolor en todos sus ángulos
de todos los desesperados que se me acercan”.

No
importa si con la misma forma u otro color,
se hace, se sale, nace.
Cada cuatro años si. 
vivimos veinte milagros en ochenta años de vida.



@ Las Crónicas de Ava

Fragmento de Las Crónicas de Ava