COSAS DEL SEXO, DE LA VIDA Y DE BESOS INCENDIARIOS
Ya te
digo,
hay que estar con las hormonas a tope y a punto de reventar
para liarse en pleno “calorazo” de agosto.
Pero
así somos los humanos,
no le busques lógica,
no pienses en los miembros desinflados,
después de darte un banquete corporal.
Los besos son incendiarios,
es primero una lengua, luego otra,
y el querer más y más con manos recorriendo las delicias capitales
del cuerpo.
Un ventilador a la derecha, otro a la izquierda,
y ya puede derretirse el sol en la calle,
esto no hay dios artificial o imaginario que lo pare,
y lo sabes muy bien.
Se mezclan y conjuntan centilitros de sudor
y los cuerpos
resbalan de fábula.
como una maquinaria industrial engrasada
que fabrica preservativos a millones.
Todos los utensilios nos son útiles,
vibradores, fetiches, sonidos la mar de sugerentes,
y que te hacen correr la maratón hasta el final.
Sexo entre persianas bajadas y sabanas empapadas,
besos con picardía para llevarnos más allá donde
ninguno de nosotros ha estado antes jamás.
Y os preguntáis. ¿Qué pasó con el final?
Eso amigos míos y amigas mías no os lo voy a desvelar.
Para eso ya tenéis vuestra imaginación y propia experiencia.
¿Verdad?