El crecimiento de un hijo de un dios menor
Al nacer me faltaba oxigeno,
pero reaccione.
Al nacer vi una luz, mi madre lucho,
pero vine.
Crecí, no sin complicaciones,
con ocasionales roturas en mis piernas de cristal,
pero me recompusieron.
Tenía a mis padres apoyando,
tenía fantasía e ilusión renovándose.
Caminaba de puntillas,
no era por querer rozar el cielo,
era el intento de no caer al vacío.
A los 12 note que también los hijos
de un dios menor podrían aspirar a
escalar el Olimpo para exponerse ante el astro sol.
Eres lo que eres, lo afirmas y los años te solidifican.
Los menos relativos los superas con voluntad,
el genio ayuda,
Y con los ayudas sientes que el mundo sale de ti,
la muerte no es un peligro,
la vida no es un miedo,
Es una certeza, si.
Los hijos de un dios menor,
se hacen mayores, se hacen estrellas y pulsares
en un universo de gigantes.
@ Las Crónicas de Ava
Declamado por Ángeles López Quesada