jueves, 29 de mayo de 2014

Poesia: Conviviendo y venciendo a la esquizofrenia

Conviviendo y venciendo a la esquizofrenia

Apareció sin avisar en tu vida. El detonante fue la muerte del la persona que más
querías. Te moriste en vida, y por meses te acompaño ese dolor
de no haber podido estar con ella cuando se fue
y empezaste a cambiar, no de la noche a la mañana, gradualmente te
fuiste derrumbando por dentro, y yo te consolaba, te animaba,
pero sentía que era insuficiente,
Te vi retrocediendo hacia atrás y sentía ese dolor que te partía y te hacia ser huérfana.
Yo no pude ser tu madre, pero si el que te sostenía,
el que te quería, el que quería que reaccionaras y no te murieras.

Un día amaneciste y decías no reconocerme,
un día despertaste y decías asustada que no estabas
segura, sentías que el mundo se volvía contra ti.
bajabas las persianas, veías ojos extraños que te vigilaban,
y pensabas que estabas con un extraño y asustada pedias por socorro.
Golpeabas contra mi, y yo te sujetaba,
por dentro yo lloraba, por fuera te tranquilizaba,
y cuando no hubo más opción me pediste auxilio,
y el ingreso, en la casa de la sanación.

Cuando te iba a visitar día tras día en el hospital,
llevándote la muda, te sentía perdida, medicada,
luchando en tu interior por hacer desaparecer ese monstruo que te hacía ver cosas horribles.
Tu cara brillaba como una niña feliz cuando me veías aparecer por el corredor de las visitas,
y tu tristeza marcada a la hora de volverme a ir.
Al principio me suplicabas por sacarte de allí, por liberarte de esas paredes,
hasta me lo echabas en cara, y qué más quisiera sacarte de allí,
pero estabas presa en la peor de las cárceles,
en los engaños de una mente que te hacía ver cosas que no eran.
Pero aguantaste, luchaste,
la más difícil de todas las batallas,
y aunque el amor de pareja entre nosotros había desaparecido
jure por mi honor que iba a hacer todo lo posible por ayudarte a estar de nuevo en la vida,
y recuperar esa vitalidad a tus ojos cansados y extrañados.

Sigue luchando como sabes,
te recuerdo cada dos por tres que estas viva,
y aunque tienes el monstruo controlado
no bajes la alerta, aférrate a la vida,
a la actividad,
sabiendo que tu estas bien, yo soy feliz.
Voz y sentimiento de tu ex-marido
que siempre será tu familia y apoyo.

@ Las Crónicas de Ava

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