La palabra rota
Hablamos, decimos, prometemos, insinuamos, juramos
pero en demasiadas ocasiones, con mucho dolor,
solo resultan ser palabras rotas.
Vocales que no llegaron a cobrar su sentido
en los cumplidos de los hechos,
en la llegada exitosa para abrazar al que te espera y creo en tus palabras.
Hilos descosidos de las consonantes
que no se aguantan en su sitio por ser viento vano.
El que espera y su fe en lo oído, en lo leído,
en lo comprendido por las circunstancias,
se muere lentamente en decepción
y la rueda del latir se mide en retirada para no cometer suicidio afectivo.
En efectivo las palabras de azúcar se deshicieron en glucosa
al caer la tormenta de la nada,
de la retirada progresiva del universo conquistado y compartido.
Palabras rotas que volvieron sordas al regresar a su origen.
@Ava
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