Desayunando en “Nata y Chocalate”
La calle reduce anchos
contorneando caballos de plástico reciclado.
El roce viandante
acelera su disolución e integración
en la afluencia del asfalto.
Sueños de jinetes,
esta noche no supe yacer,
no pude aparcar,
ni amanecer.
La mañana inicio esperanzadora.
Difícil hallar sinónimos,
aún así funciona.
contorneando caballos de plástico reciclado.
El roce viandante
acelera su disolución e integración
en la afluencia del asfalto.
Sueños de jinetes,
esta noche no supe yacer,
no pude aparcar,
ni amanecer.
La mañana inicio esperanzadora.
Difícil hallar sinónimos,
aún así funciona.
Escribo versos
sobre centímetros de papel cuadricular,
en una libreta que reduce el ancho de la calle
y al fondo rematando mi vista
cruzan los caballos de plástico.
No soy jinete,
recorrido de visiones.
Hubo, hay, pudo, habrá,
un amor de esos que dejan huella,
que escribía sobre libretas, muchas.
Su vida transcurría.
Hoy me hago fuerte,
alzo animo al futuro en esta calle,
desayuno en “Nata y Chocolate”,
con libreta y valor de poeta.
Alzo de nuevo la vista,
la calle se reduce,
ya no hay caballos.
Traspaso muros y ventanas,
cielos y espacios,
creando dominios respirables.
@Ava
sobre centímetros de papel cuadricular,
en una libreta que reduce el ancho de la calle
y al fondo rematando mi vista
cruzan los caballos de plástico.
No soy jinete,
recorrido de visiones.
Hubo, hay, pudo, habrá,
un amor de esos que dejan huella,
que escribía sobre libretas, muchas.
Su vida transcurría.
Hoy me hago fuerte,
alzo animo al futuro en esta calle,
desayuno en “Nata y Chocolate”,
con libreta y valor de poeta.
Alzo de nuevo la vista,
la calle se reduce,
ya no hay caballos.
Traspaso muros y ventanas,
cielos y espacios,
creando dominios respirables.
@Ava