viernes, 23 de agosto de 2024

LA VOLATILIDAD TEMPORAL DE LAS AMISTADES - Poema de Las Crónicas de Ava (Alvaro Villa André)


 

LA VOLATILIDAD TEMPORAL DE LAS AMISTADES


Con los años y la experiencia aprendes,
que muchas cosas en la vida tienen su fecha de inicio,
y un tiempo de conclusión.

Las amistades no están exentas de ella.
Algunas duran ciertamente toda la vida.
Otras, tuvieron un significado e importancia especial para ti.

En ocasiones no encuentras explicación de porqué algunas amistades
simplemente se diluyen en el tiempo.

Y no lo dices con ánimo de rencor, solo intentas averiguar,
saber, entender.

Miras el rio del tiempo y comprendes que a veces las personas
simplemente tomamos caminos diferentes,
y lo llegas a aceptar, porque tú también estás en ese trámite.

Piensas en los buenos tiempos que has pasado con esas amistades,
lo agradeces en tu corazón,
y aunque ahora no estén en tu línea del tiempo y actuación,
tal vez en un futuro indeterminado,
los caminos se vuelvan a cruzar.

Debes aceptar que cada persona tiene su trayectoria.
Quedan los recuerdos,
de esos buenos momentos que tuviste.  

Palabras sencillas y fáciles,
para entender que lo bueno vivido
y apreciado.
está por encima del resentimiento.

Es el núcleo de un corazón despejado.
 

miércoles, 21 de agosto de 2024

LA INFANTILIZACIÓN DE LA SOCIEDAD - Poema de Las Crónicas de Ava (Alvaro Villa André)

 


LA INFANTILIZACIÓN DE LA SOCIEDAD


Se suponía que tu vida era tuya.
Pero para eso tenías que ser responsable,
y asumir las consecuencias de tus decisiones.

Quitar el miedo al fracaso,
y experimentar lo que es hallar con el tiempo
el camino de las cosas que se te dan mejor.

No te conviertas en un conejo angustioso
que solo espera a que Papa Estado tome
el control absoluto de tus decisiones.

Mejor no pensar. ¿Verdad?
Mejor es  no preocuparse,
para no tener el insoportable peso de tomar la iniciativa.

Esperas como un ser viviente en disminución,
a que unos legisladores del congreso,
que ni en su puta vida se han manchado las manos,
ni han pisado calles,
te transmitan las próximas instrucciones.  

Si confías en ellos, estás listo.  

Es casi imperceptible,
pero con precisión te gotean
dependencias  en tu consciencia,
y tu vida se atonta, se atrofia,
va camino a la insignificancia.

Ya ni protestas, ya ni te rebelas,
no vaya ser que te estampen la “Etiqueta”.

Hubo un tiempo, en que esas etiquetas
te las ponías como medallas,
y no te importa decir lo que pensabas.

Hoy veo ríos de personas repitiendo consignas como zombis.
Llevan baberos invisibles,  donde se humedece
su muerte silenciosa.



lunes, 19 de agosto de 2024

ESCRIBES PARA NO ABANDONARTE - Poema de Las Crónicas de Ava (Alvaro Villa André)

 


ESCRIBES PARA NO ABANDONARTE


Si es cierto.
Piénsalo un poco.

Escribes para sentirte vivo y no recoger la toalla del abandono.

Imaginas cosas y las tecleas con palabras fluidas,
que te entran como una de esas películas a lo Chaplin de la década de 1920.

Sueñas despierto,
o mejor dicho,
tienes visiones de un futuro posible y tu piel se te pone de punta
al sentir esa brisa llena de esperanza
y ese aroma tan particular de estar vivo y respirando.

Pintas con palabras acuarela lo que te dejaron los años 
manchados con recuerdos de lo bueno y de lo malo.

Esto es escribir lo que te sale en gana,
lo que te pide el corazón,
o lo que te provoca levantar el puño por las injusticias que has vivido,
sin permitir nunca que el odio se enraíce en tu ser,
y te haga perder lo que eres.

No rindes culto a nadie, 
ni a ideologías desfasadas, ni a correcciones melosamente sugeridas
por caras artificiales sonrientes,
que proyectan hipnosis colectiva
a través de las pantallas.

Bien podrías ser  un embajador de las estrellas,
y aun así sentir,
que esta humanidad todavía no está perdida
y puede ser recuperada.

Cierto es,
que escribes para no abandonarte y
evitar convertirte en estatua de sal insensible.

No olvides esto,
tus manos van unidas a lo que tus sentimientos y mente te proyectan.

Tus pies van unidos a no querer nunca
dejar de ver,
a lo que hay detrás del horizonte,
donde crecen los arboles de los mundos sucesivos y posibles.


martes, 13 de agosto de 2024

COSAS DEL SEXO, DE LA VIDA Y DE BESOS INCENDIARIOS - Poema de Las Crónicas de Ava (Alvaro Villa André)


 

COSAS DEL SEXO, DE LA VIDA Y DE BESOS INCENDIARIOS


Ya te digo,
hay que estar con las hormonas a tope y a punto de reventar
para liarse en pleno “calorazo” de agosto.

Pero así somos los humanos,
no le busques lógica, 
no pienses en los miembros desinflados,
después de darte un banquete corporal.

Los besos son incendiarios,
es primero una lengua, luego otra,
y el querer más y más con manos recorriendo las delicias capitales
del cuerpo.

Un ventilador a la derecha, otro a la izquierda,
y ya puede derretirse el sol en la calle,
esto no hay dios artificial o imaginario que lo pare,
y lo sabes muy bien.

Se mezclan y conjuntan centilitros de sudor
y los cuerpos
resbalan de fábula.
como una maquinaria industrial engrasada
que fabrica preservativos a millones.

Todos los utensilios nos son útiles,
vibradores, fetiches, sonidos la mar de sugerentes,
y que te hacen correr la maratón hasta el final.

Sexo entre persianas bajadas y sabanas empapadas,
besos con picardía para llevarnos más allá donde
ninguno de nosotros ha estado antes jamás.

Y os preguntáis. ¿Qué pasó con el final?
Eso amigos míos y amigas mías no os lo voy a desvelar.
Para eso ya tenéis vuestra imaginación y propia experiencia.
¿Verdad?



domingo, 11 de agosto de 2024

LOS MUNDOS DE ADRIANA - Poema de Las Crónicas de Ava (Alvaro Villa André)

 



LOS MUNDOS DE

 ADRIANA

 

¡Dime Adriana!

¿Dónde está aparcada en tu jardín la nave dimensional que te trajo hasta aquí?  
Me enseñas los cielos y yo también hace tiempo me hago preguntas sobre  lo que nos rodea.
Me hablas de ondas dañinas y otras que atraviesan el espacio etéreo. Y aunque algunas cosas parecen no afectarme, si comprendo que a otras personas si les puede afectar.

Generar empatía, escuchar, ver visiones en las palabras que me estás contando.

¿Recuerdas  como hace tiempo estabas sepultada bajo toneladas aparentes de medicamentos y atontamientos?
Con el tiempo conseguiste liberarte cada vez más de ellos,
la naturaleza entro en tu caminar.

Al principio tus ojos los veía apagados, como mudos,
pero aún tenías esa sonrisa innata que es imposible de narcotizar.

Tus ojos revivieron, la luz se hizo más intensa,
y culminaste en ese abrazo fulminante que me diste para susurrarme que te habías liberado.

Nunca te vi payasa,
aunque te impusieran una nariz roja de plástico
para parecer graciosa en un círculo de apariencias fingidas.

Cuando te hablan de cosas que no se pueden ver,
no significa que no existan.
La ciencia no puede explicarlo todo.
La ciencia de hoy no está al mismo nivel, que la que a habrá dentro de mil años.

Contigo aprendí a no prejuzgar,
a escuchar, a imaginar, a reflexionar.
Y si no lo entendía,
lo archivaba de momento en un cajón interior para posteriores ocasiones.

Desde el futuro inmediato,
desde el presente continuo,
no dejes de hablarme de vez en cuando de tus mundos,
los mundos de Adriana.

 


sábado, 3 de agosto de 2024

DESRADICALIZACIÓN - Poema de Las Crónicas de Ava (Alvaro Villa André)

 


DESRADICALIZACIÓN


Antes,
discutías por todo, no dejabas hablar,  
y te enfadabas si no te daban la razón.
Hoy,
aprendiste a escuchar, a concienciar mejor tus respuestas,
y a entender que no pasa nada si no piensan como tú.

En el pasado criticabas a los que no se pinchaban,
y si estabas en el lado opuesto, tachabas de ignorantes a los que cedían.

Hoy en día comprendes,
que en situaciones así, ya bastante difícil es para alguien tomar una decisión acertada,
y lo que queda es respetarla, y seguir adelante.

Antes tachabas de fachas o totalitarios
a los que no pensaban como tú.

Hoy, te las suda completamente lo que piensa cada uno.
Tú ya tienes suficientes planes y ganas con seguir con tu propia vida.
No te concierne meterte en la vida y en los pensamientos de los demás.


Tiempo atrás, creías que tu fe y religión era la única verdadera,
y que los demás estaban condenados al ostracismo y la perdición.

Hoy en día sonríes, y defiendes que cada uno puede creer o dejar de creer.
El universo es tan amplio y extenso como para dejarse clavar en doctrinas paralizantes.

 

Años atrás gritabas lleno de rabia por tu trozo de terreno y te introducías cada vez más en el remolino del odio hacia los que no compartían tu bandera estrellada.

Hoy te encanta viajar, conocer culturas, no te atas con banderas,
y te sientes bien como un habitante más del tercer planeta del sistema solar.


Antes, para defender tu sexualidad, atacabas o insultabas a otros sectores, y perdías fácilmente el norte a la hora de pedir respeto para tu grupo, cuando no hacías lo mismo con los demás. 

Ahora perfectamente sabes, que en todas las sensibilidades y direcciones hay extremistas y enemigas de la convivencia. Pero que también en todos los lados te puedes encontrar con seres maravillosos y equilibrados con los que da gusto tomarte una cerveza.


Años atrás estabas en un punto distante, buscando, intentando localizar tu camino.

Y mírate hoy al espejo.  Tienes tus manos tranquilas, tu mente en equilibrio, y tu corazón con muchas ganas de vivir episodios memorables.

Per aspera ad astra.

 


QUIETO - Canción Poema de Las Crónicas de Ava (Alvaro Villa André)

QUIETO - Canción Poema de Las Crónicas de Ava (Alvaro Villa André)

         

jueves, 25 de julio de 2024

NADANDO DE ESPALDAS VISUALIZABA TU VIDA - Poema de Las Crónicas de Ava (Álvaro Villa André)

 


 
NADANDO DE ESPALDAS VISUALIZABA TU VIDA

 

Esta mañana, cuando hacía mis ejercicios en la piscina,
me puse a pensar en ti.
Mientras nadaba de espalda de un lado a otro,
observaba las baldosas del techo, 
y no me costó imaginación,
convertir a cada una de ellas en etapas de tu vida.

En una de esas baldosas visualizaba el momento,
en el que tu padre adoptivo te dejaba en aquel lugar,
para ser educada por monjas,
y no recuerdo el nombre que le daban a ese sitio,
pero recuerdo la enorme soledad y decepción
por dejarte sola allí.
 
Recuerdo también ese momento que entraste por primera vez
en el cuarto que te asignaron para dormir,
y yo me imaginaba ser ese osito de peluche descosido,
para hacerte sentir al menos un poco querida
en ese ambiente desolado de hogar y familia.

¿Y recuerdas esa Monja diferente a las demás?
La que te traía tu postre preferido tras una reprimenda injusta
de las hermanas  superiores, o te daba galletas de chocolate a escondidas.
Estuve en el corazón de esa monja amorosa que sentía cariño por ti,
y que se avergonzaba de sus correligionarias,
por el trato rudo e injusto que a menudo tuvieron contigo.



Pasaron los años, y aprendiste a defenderte,
a creer realmente que vivías en un episodio temporal,  
y que nada es permanente y lo mejor de tu vida estaba por llegar.

Mientras seguía dando brazadas en la piscina para decir “No” al abandono personal,
yo también visualizaba ser ese cliente silencioso que visitaba con frecuencia,
el bar donde trabajabas.
Nunca sintió el valor de entablar una conversación contigo,
su timidez le hacía verte inalcanzable.

También vi el momento de tu primer amor, de tus primeras locuras,
y me convertí en la Vespa con la que tú y tu amante os escapabais
tras cometer locuras de amor desenfrenado.

Y si. ¿Recuerdas cuando vino tu hija a este mundo?
Yo fui esa mano de la enfermera que te cogía la mano
y te decía que tu hija iba a ser lo más bonito que ibas a traer a este mundo.

Y por no abusar de las memorias,
también recuerdo el momento que nos conocimos en Bilbao,
y tú me abriste las puertas de tu casa,
y me lleno de felicidad y amor la forma de franqueza
que tuvimos al hablar sobre nuestras vidas.

No éramos de juzgar, ni mucho menos.
Te sentí autentica en tu expresar,
y me dabas la misma confianza.

Si, así fue esta mañana, en la piscina.
Te recordaba, te pensaba, y quise retener el nacimiento de esa idea,
hasta llegar a casa, para escribirte este poema, o lo que diablos sea.

Si Fátima. Aun viviendo en contrapuntos opuestos de la península,
no reduce en absoluto el cariño y la amistad que te tengo.

Luchamos contra el olvido,
el viento no tiene nada que reclamarnos,
y aún en la gravedad de las lágrimas,
jamás nos ahogaremos.

Fortaleza. Aguante. Tesón. Inteligencia. Memoria. Amor.



domingo, 21 de julio de 2024

sábado, 20 de julio de 2024

LA FUSIÓN DE ORO EN LAS DUNAS DEL DESIERTO - Poema de Las Crónicas de Ava

 

LA FUSIÓN DE ORO EN LAS DUNAS DEL DESIERTO

A mi lado estaba mi amante,
totalmente embriagado del Trance corporal
y espiritual,
en el cual nos habíamos entregado con verdad y amor.

Mi sangre estaba caliente y de las dunas percibía una llamada.
Sentí un impulso por querer abrazar la tierra.
En pleno mes de Agosto en el desierto de Marruecos,
salía de la tienda,  que me protegía con sus sombras e inciensos.

¡Ven Oro, ven Oro!
Las dunas insistían en pronunciar mi nombre,
una y otra vez. 

No me importaban los casi 50 grados que hacía en el exterior.
Me deshice de mis vestimentas ligeras y me tumbe desnuda sobra la arena.
Empecé a echarme arena sobre mi cuerpo.
Sentí el tacto de las partículas doradas de la arena milenaria.
Su suavidad.
Vi un matorral que me acompañaba.

Del amor con mi amante,
pasé a fusionarme con las caricias que producía la arena sobre mi cuerpo.

Calor, fusión , entrega, el Sol apelando a mi espíritu,
y el Desierto mostrándome en una  visión una historia que sentía muy cercana.

Mis manos posaban sobre mis pechos.
El desierto me adoptaba como hija desnuda,
entregada a un paraje sincero y solitario.

Al cerrar los ojos, viaje millones de años atrás,
cuando este desierto estaba cubierto por bosques tropicales
y lagos con criaturas de antaño.

El tiempo en la arena era como un circulo,
era como un ir y venir al tiempo que tu deseabas.

Después me levante,
sentí algún mareo, mis piernas las sentía flojas,
pero llegue a la tienda.

Allí me esperaba el,
mi amante,
con mi sangre caliente.

El me echo agua fría para cubrirme todo el cuerpo,
y hacerme sentir querida.

Estaba feliz al ser amada por dos entes,
allí en las dunas del desierto.



 

SEIS CEREZEZAS - Cannción-Poema de Las Crónicas de Ava - De Alvaro Villa André

SEIS CEREZEZAS - Cannción-Poema de Las Crónicas de Ava - De Alvaro Villa André



martes, 16 de julio de 2024

UN TROZO DE BOLIVIA - Poema de Las Crónicas de Ava - Alvaro Villa André

 


UN TROZO DE

BOLIVIA

 

Cuando estoy con vosotros,
siento la Bolivia tolerante, abierta
y universal en diversos puntos reconfortantes que se pierden en el horizonte.

Sois mi amigos, Ángela y Sergio,
sois miles de historias que contáis de vuestro Oruro querido.
Y inicio la inmersión como observador participativo cuando
empezáis  a contar vuestras vivencias.  
Percibo los sentimientos que emitís cuando me proyectáis
sentimientos de vuestra querida Bolivia.

Yo estuve una vez allí, caminando por sus calles,
empapándome  de la cordialidad de vuestro pueblo.
Bolivia es altitud, altiplano, selva, llanuras.
Bolivia es una variedad de lugares y sabores,
que si hiciéramos una escalera con todas ellas,
llegaría más allá de la Luna.

Cuando estoy con vosotros,
no solo sois  Bolivianos, os hacéis caminantes de un mundo abierto.
Cierro los ojos y os siento como “Trans-sueño-nautas” colocando una
bandera de nuestra amistad en la montaña más alta de Marte.

Hoy estáis aquí,  y si mañana regresáis a vuestra Tierra,
tened por seguro que en mi casa tenéis un cuarto para volver a afianzaros
si decidís regresar a Granada.

Sois de esas amistades que están, independientemente del tiempo que pasa.
Soy feliz cuando os llevo como Taxista agradecido a vuestros puntos de destino.

Y poco más que añadir queridos amigos. El viaje continua.
Nos volveremos a ver en esta esfera giratoria llamada Tierra. 









lunes, 15 de julio de 2024

CON SENTIRLO NO ES SUFICIENTE - Poema de Las Crónicas de Ava de Álvaro Villa André

 

CON SENTIRLO NO ES

SUFICIENTE



Tú y Yo.
Ese tiempo que llevamos juntos me ha aportado el amor real,
el cariño permanente,
el apoyo aún en tiempos emergentes.

Decir que a lo largo de los años no he cambiado,
sería faltar a la verdad.

Todos estos años que hicimos juntos, 
en mis adentros bien guardado se han quedado.

Valoro tanto esas pequeñas cosas que haces cada día,
para mantener el hogar en funciones y armonía.

Veo el cariño que le metes en preparar cada comida,
veo la gran persona que eres cuando día tras día no te das por vencida conmigo,
y eres capaz de convivir con mis imperfecciones.

Sé que a veces soy despistado, o hasta un poco dejado,
si no cierro bien un envase, o mi escritorio parece un poco caótico.

Aun así, yo preferí ir a tu encuentro con pequeños gestos que  se acumulan
a hacer más fluida y agradable la convivencia.

Me encargo de los platos, del lavavajillas, de hacer la cama al mediodía
bien estirada y con el dobladillo que tanto te gusta.

Y cuando vas a tu sesión de Pilates,
que son hora y cuarto de espera en una terraza de una cafetería,
cuando luego puedo verte llegar pletórica y feliz con el esfuerzo que has hecho.

Me siento útil por no dejar todas las cargas sobre ti,
y hacerte sentir que tienes un compañero comprometido a tu lado.

Y si,
sé que con sentir y decirte, que te quiero, no es suficiente. 
Por eso hace tiempo, prácticamente desde el día que nos fuimos a vivir juntos,
pongo de mi parte para que esto salga bien.
Esos gestos de cariño y colaboración son como pegamento para hacer funcionar una relación.

Conozco también tus imperfecciones, pero no sería justo hacer de ellas un elefante,
no sería justo echarte en cara tus pequeños puntos oscuros,
cuando hay tanto bien en ti.

Ya te dije. Me gustaría acompañarte hasta tu desenlace en esta vida,
o que tu estés presente si mi adelanto a ti.