Las cuatro estaciones de la
Epilepsia
Hay un punto del No Retorno,
hay un punto que ya no hay cuerda donde agarrarse
y donde la caída al agujero es inmediata e fulminante.
Te preparas para rezar,
seas creyente o no.
Te preparas para ser vencido.
Apocalipsis
No hay tiempo terrenal en el universo epiléptico,
los segundos son minutos,
los minutos horas.
Tu mente lucha por salir del remolino en el que has caído.
Las piernas se rompen y sientes crujir tus huesos.
Si acude ayuda,
sientes voces muy lejanas,
es la puerta para salir.
Abrazame
Despiertas. Sin fuerzas.
Nublado, tus piernas no aguantan, y te arrastras,
o te llevan.
Pides que no te dejen, que no te abandonen,
pides no volver a dormir,
pides el abrazo donde llorar tu dolor y miseria,
volviste perdido.
@ Las Crónicas de Ava
Aura
Llega el aviso,
el aura dorada que te rodea las piernas
y tensa tus nervios al nivel y la fuerza de las columnas de los rascacielos del miedo.
Te da aún la oportunidad de controlar,
de erigirte de espaldas y agarrar las manos de la salvación que te lanza tu fe.
Y cuando logras agarrar firmemente esas manos y la voz de la calma pone en cuna tu alma
vuelves a controlar, vuelves a ponerte de pie, vuelves a caminar.
Agarre
Llega el aviso,
el aura dorada que te rodea las piernas
y tensa tus nervios al nivel y la fuerza de las columnas de los rascacielos del miedo.
Te da aún la oportunidad de controlar,
de erigirte de espaldas y agarrar las manos de la salvación que te lanza tu fe.
Y cuando logras agarrar firmemente esas manos y la voz de la calma pone en cuna tu alma
vuelves a controlar, vuelves a ponerte de pie, vuelves a caminar.
Agarre
Hay un punto del No Retorno,
hay un punto que ya no hay cuerda donde agarrarse
y donde la caída al agujero es inmediata e fulminante.
Te preparas para rezar,
seas creyente o no.
Te preparas para ser vencido.
Apocalipsis
No hay tiempo terrenal en el universo epiléptico,
los segundos son minutos,
los minutos horas.
Tu mente lucha por salir del remolino en el que has caído.
Las piernas se rompen y sientes crujir tus huesos.
Si acude ayuda,
sientes voces muy lejanas,
es la puerta para salir.
Abrazame
Despiertas. Sin fuerzas.
Nublado, tus piernas no aguantan, y te arrastras,
o te llevan.
Pides que no te dejen, que no te abandonen,
pides no volver a dormir,
pides el abrazo donde llorar tu dolor y miseria,
volviste perdido.
@ Las Crónicas de Ava