Una tarde con dos amigas
Vosotras estáis aquí
y mis repeticiones se paran mientras prevalecéis.
Tal vez consigo mantener esa sensación
por mucho tiempo.
Veo como os queréis,
os mantenéis con besos en la vida misma.
Ya he sentido experiencias similares
en noches húmedas y despejadas con mi otro “equivalente”.
Vuestro tacto es sensual,
hace competencia plena a la hermosura de una flor de loto.
Un pensamiento propio se introduce en vuestra amistad.
Poco os veo,
entre tanto estoy mezclado con altibajos.
A diario observo las transiciones callejeras
y contesto a promesas provocadas
por cabello rubio y cuerpos valorados en esencia de nata.
Os agradezco que intentéis comprenderme,
sé que es en vano,
no significativo para envolverlo en palabras perdidas.
Un buenos días y buenas noches
y sigo con la danza de la alegría
vuestra expresión desnuda.
Un buenos días, ¡Tacto!
El cariño es vuestra mejor arma para derrocar
a intrusos innecesarios y mirones empobrecidos.
No prestéis caso a la opinión destructiva de mentes encerradas.
Podéis estar seguras de mi aprecio,
os tengo dentro, muy dentro,
y aunque me vaya lejos,
pensare en lo que permanece de vuestra relación, de nuestra amistad.
Que el amor os acompañe.
@Ava