Micro-orgasmos
Te susurraba azúcar blanquillo de ese de polvillo,al echar vi elevar una nubecita blanca.
Blanquecía mi cara de mimo pintor,
de bailarín de dedos.
La punta de mi dedo humedecido recogía los micro-granos de cacao
esparcidos sobre la mesa de la tarde.
Era Enero.
Y el Teatro “Piano” del sábado aun permanecía refugiado detrás de mis orejas.
¿Lo viste?
¡Creo que no!
Aquí me acerco, tus labios sin labios,
te devolveré tus labios,
mi boca cereza rastrea tu contorno,
perfiles esbeltos, mordiscos profundos.
La electricidad de mis dedos se evaporiza en excitación
al restregar tu lengua y untar tu saliva hecha marrón
con la miel que me inspira tu boca.
@ Las Crónicas de Ava