Anteayer
te fuiste Mama.
Anteayer me llegó la noticia de tu partida a través de una llamada de la
cercana, y a la vez tan distante
Alemania.
Aunque en mi interior yo ya estaba concienciado de que algún día iba a llegar
esta noticia, aún asi, cuando llega, siempre te pilla de sorpresa.
Mama, mi tristeza no es porque continúes tu camino existencial a través de los
tiempos y los universos. No, es solo que me hubiera gustado estar allí,
contigo, y apretarte esa mano tuya, que me dio tanto amor y cariño. Me hubiera
gustado decirte que todo va ir bien, que la muerte no es un miedo, que solo es
una puerta más a franquear.
Aún así, en la distancia, y los momentos que pude estar contigo, siempre fuiste
y serás parte de mi existencia. De ti
viene, el corazón y la sensibilidad, que fui y soy capaz de transmitir a mis
queridos seres contemporáneos que se han cruzado en mi camino.
De ti siento que es la fuerza y el empuje que me lleva a sentir que el Amor
puede vencer cualquier barbaridad y
oscuridad que acontece en este mundo.
Diste la vida a tres hijos maravillosos,
de los cuales cada uno decidió emprender libremente el camino de su
vida. Decirte desde aquí, al sitio donde ahora te encuentras, que no siento
ningún rencor ni odio a mis hermanos. Los quiero también, y aunque no los veo
ni percibo sus voces, si les deseo de corazón la mayor felicidad que les pueda
dar esta existencia.
Mamá, tú, desde que te conozco, desde que me
abriste las puertas para respirar en este mundo, tu has amado siempre la
Libertad. Aunque tu vida no fue fácil, y
muy dura en ciertos momentos a lo largo de tu vida, yo nunca escuche de ti
palabras de odio y de reproche hacia nadie.
Eres la mejor Madre que pude tener, y si me ves y sientes ahora, lo
puedes percibir. Yo te querré siempre. Un querer que no necesita colgarse medallas
visibles hacia el exterior. Por dentro
es lo mucho que te quiero, y querré siempre.
Fuiste
amiga del Viento y del Aire. Lo necesitabas para respirar y para vivir, y te
importaba un bledo si no podrían entender
tus necesidades. Tu decidiste en muchas
fases de tu vida vivir así, tu libre decisión.
A pesar del divorcio y la separación de Papa, yo después no te escuche
que sintieras odio hacia el. El años más
tarde me confeso que se equivoco en su decisión de dejarte y que fue el mayor error de su vida.
Mamá, yo te hablo como puedo, como sé, movido por el corazón y por muchas
sensaciones que ahora me invaden. Creo que
ahora dónde estás, podrás volar, podrás ver mucho más allá, de lo que ojos humanos mortales jamás podrán
ver. En tu nueva existencia, estoy
seguro que vas a dar mucho amor y hacer muchas amistades con todos los seres
que habitan allí.
Ves Mama, como la muerte no es el final.
Yo por eso ahora no sufro tanto, porque me entra la certeza de saber que
estás bien, que te convertirás en una exploradora.
Aquí abajo en la Tierra, continuaremos con la Vida que se nos ha dado. Te
prometo que no la voy a
desperdiciar. Tú eres un gran
ejemplo para mi de cómo el Amor y la Amistad te pueden dar tanta fuerza y
llevarte muy lejos.
Mamá,
esto no es una carta de despedida, tu sabes que no. Es mi mensaje emocional para ti para que te
acompañe durante todos los tiempos de tu
existencia.
Y si, existo gracias a ti y Papá. Existo porque he tenido y tengo unos padres
maravillosos, que han sabido transmitirme los valores suficientes para no
sucumbir ante las facilidades que da el mal camino.
Cuando
sea mi turno, seguramente nos volveremos a ver, y me tendrás que enseñar como
caminar de nuevo en un nuevo entorno existencial. Y sabes, a veces he sentido que fuiste algo
parecido a un Ángel enviado a la Tierra. No conseguía explicarme muy bien de
donde sacaste toda esa energía bondadosa que transmitías.
Decirte también que no estoy solo, que tengo a mi
lado a la mejor compañera que me ha podido dar la vida, y que tengo a unos
Amigos y Amigas a los que quiero mucho, y que hacen que pueda amar tanto y de
diversas formas.
Te prometo Mama, que cuando te recuerdo y escuche tu nombre, alzare con orgullo
mi cabeza hacia el cielo y dire bien alto: “Esta es mi Madre y Te quiero”.
Alvaro Villa André
En memoria de mi Madre Ángela André Lorenzo, fallecida el 5 de Enero de 2021 en
Alemania.
Entrada en la fisura Espacio-Tiempo para ir al
centro de todo
Si pudiera disolver mis células orgánicas,
para convertirlas en una especie de nave espacial,
compuesta por Nanobots, que fueran dirigidos por mi consciencia viva y humana;
atravesaría las nubes para pasar cerca de la Luna e iniciar un viaje espacial.
No puedo explicarlo mejor, siento algo especial,
no soy cuerpo, soy laca metálica que
resiste al frio cercano a los -270 grados.
Es temporal, es circunstancial, es puro placer.
Inicio los inyectores, y rompo delante de mi la fisura de espacio y tiempo,
para entrar en modo hiperespacio, para
solventar distancias imposibles de escribir en una sola hoja de papel.
Destino: Centro de la Vía Láctea.
El mayor cúmulo de estrellas por cada mil millones de parsecs al cuadrado.
Y pensar, que en el tercer planeta de una estrella
llamada Sol,
se están matando por un cumulo de granos de arena,
o por lenguas, que solo deberían servir
para comunicarse, y no para declararse superior.
La mecánica del sonido interestelar, es como una melodía
de un Aventurero espacial,
que salta de Exo Planeta en Exo Planeta.
Es como un trance que te lleva incansable, de estrella en estrella.
Aquí, en el centro de todo, veo las espirales, veo las luces llegadas de
civilizaciones extintas.
Aquí, en el corazón de todos los corazones que alguna vez han existido,
puedo envolverme con las corrientes del pasado, para ver qué es lo que hubiera
ocurrido si…
Puedo presentir, qué pasaría si hoy voy a la derecha, en vez de a la izquierda.
Ahora entiendo a los Plutonianos, que abandonaron la periferia de la espiral,
para adentrarse en el centro del todo.
Sí, al lugar donde ahora me imagino.
Me acorde de sacar unas fotos,
metidas en dos bolsas de una conocida marca alemana de supermercados.
Eran bolsas con agujeros y desgastadas,
convertidas en capsulas del tiempo.
Toda una vida metida en plástico,
toda una vida que pasaba por mis manos,
al acordarme de aquellas fotos guardadas en el trasfondo de los años recorridos.
En el fondo resuena una melodía minimalista de Tangerine Dream,
con la intención de doparme lo suficiente,
para que mis emociones sigan en elipse planetaria alrededor de mis recuerdos.
Salen Flashes de amores caducos y visiones
de plantas muertas,
convertidas en abono para volver a sentir lo que una vez fue.
Luego recuerdo esa proyección de un
coche estrellado, justo a 100 metros debajo
de un puente.
Allí estaba la huella invisible de un Ángel desconocido que me asistió para salir vivo.
Sigo mirando.
Aquella visita de mi madre a
y su estancia de 6 semanas en mi pequeña casita de planta baja,
con un jardín para agradecidos.
En Chequía andaba maravillado,
bastante enamorado,
pero también asombrado por deambular por calles
repletas de historias del centro europeo.
Hasta di la mano a un hombre con ojos profundos,
que tenía marcado en su brazo.el número de interno de un campo de
concentración,
cuyo nombre ahora no me acuerdo.
Cambio la melodía, y estoy en los 90,
en las playas de Galicia,
y las escapadas a Bermeo y Zarautz.
A un amigo le conseguí sacar una instantánea,
con una piedra suspendida en el aire.
El lo recordara. Que buenos momentos.
Y si os digo la verdad,
no estaba para escribir hoy, ni mañana,
pero me hizo pensar en lo alucinante que es,
tener toda una vida metida en dos bolsas.
Solo eso.