domingo, 23 de julio de 2017

Las Crónicas de Ava - Se me hizo más fácil agrandar el mundo - III. Didgeridoo

Se me hizo más fácil agrandar el mundo
III. Didgeridoo
Las estatuas emiten sensaciones muy diferentes
a la de los humanos.        
Hace tiempo pienso que la expansión de la luz
no solo avanza en línea recta,
sino que también se manifiesta en el gesto de una caricia
y en los besos convertidos en benefactores de la humanidad.

La nobleza que produce la soledad me hizo estudiar a fondo
la teoría del dolor.
Llegue a dar las gracias por poder experimentar diferentes cielos.

Los fuegos de las hogueras, donde quemaban las brujas,
actúan como faros de aviso en la línea del tiempo,
para que no se me ocurra bajar y pisar tierra del odio
que puede hacerme morir lentamente en vida.

Soy capaz de hacer de este Sur un Norte
y llevar la gratitud solar a Júpiter,
para hacer girar su mancha roja
y llevarla a los corazones debilitados de la Tierra
que ya saben que no hay Karma.

Las vibraciones de un Didgeridoo hacen escribir
la veracidad de lo que se siente.
Toma este Kiwi y piensa conmigo en Tasmania.
Ya deberías saber que nadie es de nadie
y que el sentimiento perpetuo es escaso de hallar.
Lo especial no se da sin más,
fíjate en ese pájaro que entrega al completo y jamás acepta migas.

No hagas caso al que dirán, es tu vida.
Cae lluvia en tus manos gastadas
y esto es lo que puede dar tu coraza.
Sigue a la ola “Multi-Amor” y con colores ocre,  que sale del Didgeridoo.
Depende de ti creer y luego hacer.
Ya sabes que tu ceniza no es de aquí.
Recógela y flota sobre el asfalto de todas las ciudades.
Con tus ojos negros puedes pintar visiones de un mundo unido
en los muros urbanos,
puede que consigas que ya no haya más niños de la guerra.

Ahora estás aquí y no saliste de la costilla de Adán.
En tu mano guardas una papeleta con el mensaje:
“Hasta el final”.

@ Las Crónicas de Ava

viernes, 21 de julio de 2017

Las Crónicas de Ava - La mujer maravilla y el hombre incombustible en los cielos de Bilbao

La mujer maravilla y el hombre incombustible en los cielos de Bilbao
En Junio te mostré que hay lazos luminosos,
que te obligan a decir la verdad si te atrapan.
Te miraba y sentía satisfacción por poder hacerte retroceder a un tiempo,
en donde las amazonas aún cultivaban  las artes corporales encima de las espaldas de los caballos.

Entraba por Cantabria y los cielos se nublaron cuando empecé a visualizar las colinas de Bilbao.
Vuestra ciudad, vuestra jungla. 

Al llegar me hiciste subir 
a vuestro recién construido reino en los cielos de Bilbao.
Me sacudía el polvo de todos los mundos que quería agrandar,
y sin casi percibirlo,
en esos seis días,
vosotros agrandaste un poco más mi mundo.

Me preguntabas si quería ver monumentos,
y te respondía que lo que más me atraía conocer en las ciudades,
eran las personas.

Me aporto mucha motivación ver la ilusión con la que Ramón iniciaba una nueva andadura en su vida.
Cuando regresaba a casa escuchaba atentamente sus relatos,
veía sus ojos cansados, pero rellenos de nueva fuerza. 
Igual que el agua correa las piedras de un río,
sentí verdadera amistad hacia este hombre incombustible y luchador.

Los días sucedieron con largas y profundas conversaciones,
que reforzaron la psique y el corazón de ambos.

Y ese borrador en la mesa de la cocina,
con una historia que hablaba de una madre coraje.
Sospecho, que esa madre coraje,
reflejaba la propia actitud y fuerza positiva que tenia su autora.

Bilbao para arriba, Bilbao para abajo,
cuestas y bajadas por todas partes rodeadas de colinas.
Una semana que nunca olvidare,
ni a ti, ni a el.

@ Las Crónicas de Ava


domingo, 16 de julio de 2017

Las Crónicas de Ava - Se me hizo más fácil agrandar el mundo - II. Cuando la Tierra empezó a girar diferente


Se me hizo más fácil agrandar el mundo



II.  Cuando la Tierra empezó a girar diferente 


Fue en el quince del nuevo milenio,
cuando descubrieron que en Marte había agua
y que en cada pecho humano habitaba un ser de luz.
A partir de allí, se empezó a dejar de navegar sin rumbo,
y a escribir lo que tanto puteaba a la gente
para hacer salir a sus sombras emergentes.

Cada vez más personas,
empezaron a leer las visiones estampadas sobre las paredes.
Los desquiciados se curaron,
cuando rompieron sus ataduras
y comenzaron a pensar en darse un abrazo.
Era el arte directo de reparar y el mundo ya no necesitaba a superhéroes.

La esperanza teñida de cansancio
dio salida a la espontaneidad en blanco y negro.
Se volvió a soñar con el ojo derecho,
y el mundo ya no te borraba como antes.

El tiempo ya no era una excusa para no poder estar con los necesitados.
No se temía a la dualidad y se practicaba más el principio del soltar.
Fue aquel día,
en que el tiempo le dio un respiro a la Tierra.

@ Las Crónicas de Ava

sábado, 8 de julio de 2017

Las Crónicas de Ava - Se me hizo más fácil agrandar el mundo - I. La fuerza con la que nací



Se me hizo más fácil agrandar el mundo
I. La fuerza con la que nací

A los doce empecé a visionar mis etcéteras quemados.
Aprendí a barrerlos con escoba para dejarlos en el cielo negro
de Constantinopla.
Años después,
con la ceniza y el “ahora”,         
cayó una roca del cielo que me decía: ¡Eres amor!

Entonces el espíritu se deshizo de los grilletes que llevaba,
y pude salir volando.
Al atarme los zapatos,
admiraba el arte que podía ver con los ojos cerrados      
y se me hizo más fácil agrandar el mundo.

Tenía cosas que decir del amor.
Con los pies en la tierra podía ir a donde quisiera.
Corría para acallar la crisis y la crónica de una muerte no anunciada.
No era ni peor ni mejor,
pero con corazón, sexo, cielo y menta      
podía aniquilar la luz que radiaban los amores sin fondo.          

El agua que me mojaba los pies, me levantaba el ánimo
y con el pude dejar entrar a todas las gaviotas que quería.

No solo cada cuatro años,
después de una Olimpiada, me surgía algo.
Cada día me dejaba abierto el hueco,
por donde entraba el aire de la autosuficiencia.     

@ Las Crónicas de Ava



Fragmentos de Ava


jueves, 6 de julio de 2017

Las Crónicas de Ava - El Astronauta que te pensaba en las vias del tren - V. Regreso a la Tierra para estar contigo



EL ASTRONAUTA QUE TE PENSABA EN LAS VIAS DEL TREN



V. Regreso a la Tierra para estar contigo

Con tu voz y mi voz inmerso en extra mundos,
te he sentido crecer a mi lado 
para volver a encajar y no conformarme con vidas sin acentos.

En un café en la feria del libro,
revolvía con una cuchara tu beso
para olvidarme de Plutón y escuchar a Tubular Bells,
con su onda infinita.

Metido en visiones te pude traducir esto:
Te echo de menos.                   
Volvía a decirte con frases en una carta
que tú me importabas.

Ya no había nada que superar  
en una tarde donde todo estaba verde.

@ Las Crónicas de Ava

martes, 27 de junio de 2017

Las Crónicas de Ava - El Astronauta que te pensaba en las vías del tren - IV. Exento de gravedad en Bilbao

EL ASTRONAUTA QUE TE PENSABA EN LAS VIAS DEL TREN

IV.  Exento de gravedad en Bilbao

Sin gravedad siento calma.
Si no tuviera sentimientos de agua            
me olvidarían en Sarajevo.
Necesito leer para que la música suene para mi.

Soy sexo en un paraíso paralelo con una pequeña vela
para iluminar los pros y contras.
Puedes contar conmigo cuando miro por la ventana.

¿Quieres conocerme?                     
Pues trae tu soledad silenciosa y inicia la contraofensiva
para acallar el suicidio camuflado.

Soy hombre con carácter
que resiste con pasos quebradizos a la luz de neón.
¿Qué quieres que te diga vida?
Por un motivo subo y bajo dejando atrás
ráfagas de recuerdos.

Quédate noche.
Quiero ser algo.
Las pulsaciones separan los sentimientos
para que pueda superar y entrar.

@ Las Crónicas de Ava

martes, 20 de junio de 2017

Fragmentos de Las Crónicas de Ava


Las Crónicas de Ava - El Astronauta que te pensaba en las vias del tren - Con un “Feeling” puedes explorar

EL ASTRONAUTA QUE TE PENSABA EN LAS VIAS DEL TREN

III. 
Con un “Feeling” puedes explorar
 
Los "sies" de hoy y los "noes" de mañana
conllevan algunas implosiones emocionales.
Cuando hay un nuevo Sol,
no es un encuentro con el destino,
más bien parecen incógnitas del futuro.       

Hasta para amar hay que ir a veces a Mercurio.
De la esfera salen hilos hirientes,
como un rifé y rafe entre guerra y paz
y el furor hace caer a la estrella de neutrones.

Desde la montaña roja al lado del mar y la amistad permanente
me regalaron esta flor y me despertaron los 5 sentidos de la danza.
La lluvia cae,
para que pueda percibir esas lentejas para ponerlas debajo de la almohada.

Cuando sueño con ojos abiertos y veo la pasarela de mi vida,
siento a veces que me hubiera gustado ser padre.
Explorar, extasiar, fantasear, acariciar un “Feeling” en mi piel o en una ajena.

En Metrópolis hay islas urbanas del Té de Melocotón,
de donde salen las líneas blancas del asfalto.   
Si las seguimos,
nos llevan a sitios con cosas que se abren.

Por la calle anda suelto un andador y una gitana sin vida.
¿Será la dama de la juventud?
¿Serán alternativas de las coincidencias?
Dime algo,
hijo de noviembre.

@ Las Crónicas de Ava