Canción
triste del hombre luna
Aumenta
mi certeza al decir que me estoy suicidando cada día
por escribir y quedarme famélico al vaciarme de palabras.
No puedo sostener la caída con mis manos.
Cuando me acontece un derrumbe emocional escribo mejor que la propia felicidad
porque no tengo nada que perder y más me pesan las lágrimas no soltadas.
Si puedo escuchar la
canción triste del hombre luna,
la que consuela a los valientes y crea lugar para las torres del sueño
esperanza.
Hace
tiempo que quiero morir creando,
dar la luna en sacrificio por mis constantes locuras al borde de la línea real.
Quiero irme a Londres y sentir la rotura de las manillas del Big Ben cuando te
digo "Mírame y bésame".
Normal o no,
siento mucho y no sé cómo controlar toda esta avalancha.
Los
extremos emocionales me abren los pozos de las palabras.
Por eso lloro o rio en los versos
y me hundo o me catapulto con los fragmentos elegidos.
Y aún así vivo.
¡Que milagro!
Nada llevaba cosido a mi cuerpo,
nada llevaba soldado a mi alma,
por eso algunas veces pierdes o te arrebatan con cierta facilidad
el corazón y la fe que llevabas desprotegida y crédula.
@ Las Crónicas de Ava