martes, 14 de octubre de 2014

Poesía: Los sin techo se dejan los cartones



Los sin techo se dejan los cartones

En las cabinas de los cajeros automáticos
se refugian de noche hombres y mujeres
que perdieron sus nombres de sus tarjetas y buzones.

Santa María de los cielos no les aviso y la caída fue dura,
rayando la desintegración,
la maldición que arrastraron de una vida y unas circunstancias muy cuesta abajo.

Ahora son números registrados en las agencias de ayuda
que reparten cada noche sopa con calor y algo de esperanza,
ingiriendo un poco de sabor a cielo al estomago.

Antes eran visibles entrando en escaparates y tiendas,
ahora son neutros grises difuminados que apenas atraen
la atención de los bien situados (todavía).

A veces los sin techo se dejan los cartones,
otras se dejan la vida y una cruz pintada a dedo despedida en el cristal,
y la mañana llora, el día tapa.

@ Las Crónicas de Ava

lunes, 13 de octubre de 2014

Poesía: Sombrías decepciones



Sombrías decepciones
Sombrías decepciones que dañan el cuerpo tocado
y son expulsadas por el alma en alerta.

Sombras sin dueño que se arrastran por el asfalto
y buscan los bajos calientes de los coches estacionados
para absorber una de las siete vidas de los gatos atropellados.

Sombras saciadas, activadas,
atraídas por el olor a traición y falsedad
a punto de clavarse como sanguijuelas en su próxima víctima
para derrumbar una confianza o amistad ajena.

@ Las Crónicas de Ava

Frases de Ava

Quiero saltar para reventar el vacío en toda su extensión y liberar la vida que siento atrapada.
@ Las Crónicas de Ava

Poesía: Siento vacío al escuchar a Keith Kenniff y su Potraits Pt.2



Siento vacío al escuchar a Keith Kenniff y su Potraits Pt.2

Uno sabe qué es sentirse solo,
sentado en una cafetería de una ciudad recién estrenada
y querer pasar de ser transparente
a ser una emoción verdadera que permanece en columnas humanas que no se derrumban.
 
Uno sabe qué es beber el café con las manos juntas para darse
auto esperanza y emitir sílabas silenciosas de S.O.S.
en ojos acuosos que enfrentan miradas de presencias que traspasan su soledad.

Uno sabe por qué hay un levantar cada mañana
y se mira al espejo que refleja la cara afeitada y reforzada
con micro escenas de su propia piel necesitada de cariño.

Uno sabe el peso que se siente cuando se es vacío andante
y agarra el asiento de plástico de la línea de transporte
que  te lleva al  centro de la ciudad donde podría intercambiar
una sonrisa especial con alguien excepcional.

De hecho uno sabe muy bien que el escalofrío de la soledad
se acentúa y se triplica en intensidad cuando acude a Youtube
y se  sumerge al escuchar a Keith Kenniff y su Potraits Pt.2.

Me despido sabiendo que no estoy preparado para desconectarme
pero tampoco para vivir así,
en la tierra de ninguno,
en el tiempo suspendido,
vacío opresor.


@ Las Crónicas de Ava

Keith Kenniff - Portraits Pt.2




sábado, 11 de octubre de 2014

Poesía: Desquiciados



Desquiciados



Veo a un joven de dieciséis
golpeando a su madre por no darle para emborracharse.

Escucho gritar al hombre del segundo a su esposa,
ella llorando aferrándose a la ilusión de recuperar un amor inicial
que hoy solo es carbón podrido.

Veo a una parte del territorio gritar por independencia y por ser diferentes,
como si los demás no lo fuéramos,
y rescato del recuerdo las banderas con las esvásticas.

Leo como aún hoy día muchos echan la culpa por haber ido a la guerra de Irak,
casi nadie pensó en la masacre que sufrieron los Kurdos,
pacifistas de conveniencia.
¿Donde estaréis cuando haya que defender la libertad
ante los que la odian y nos quieren liquidar?

Veo tarjetas opacas con grandes fondos para los VIP,
de izquierdas, de derechas, no importa,
la ideología es una farsa,
el dinero y la corrupción no hace diferencias.

Escucho sermones en los altares de los templos,
pretenden hacernos sentir culpables y dejar morir la naturalidad humana
y que acatemos las normas de sus consejos religiosos.

Veo aparecer nuevos Lenin con recetas teóricas de las cafeterías universitarias,
con eslóganes a lo Che Guevara,
apelando al descontento, a la frustración.
con largas colas en las tiendas para abastecerse de pan
y el resurgir de los comités
para denunciar a las mentes pensantes y libres.

@ Las Crónicas de Ava

jueves, 9 de octubre de 2014

Poesía: ¿Qué? ¿Acaso soy? ¿Qué soy?

¿Qué? ¿Acaso soy? ¿Qué soy?

Soy pensamiento emitido,
emerjo de una realidad
en la que muchas veces dudo.

Empatizo con la inercia,
más aún en el acto de una apetencia,
para después sin más
seccionarme con el filo de una hoja.

Mis frecuencias diarias de levantarme del sofá van decreciendo,
hay días que amanezco ya vestido con zapatos de pro activo y la puerta se abre,
la mente despega y regreso de noche sin zapatos,
con aplausos del don interno.

Hoy pensé en que no regalan nada, ayer también,
por eso me fui a los veinte y tres,
por eso vendí periódicos en el cruce cuando los semáforos se ponían en rojo,
por eso evadí a la secreta para vestirme con una nueva identidad en otra parte.

Fui un corredor, no de maratón, sino de aguante y persistencia.
Llegaba sudado a la meta y la señora de la limpieza cortaba por mí la cuerda
y le pedí prestado su escoba para emocionarme con un salto al mar.

Soy pura franqueza.
No echo la culpa a la paralitica existencia.
Mi cuerpo me acompaña y se doblega al látigo de mi voluntad.

@ Las Crónicas de Ava

¿Que quieres que te diga? - Poema dedicado por Silvia Savall Pelegri a Las Crónicas de Ava



¡QUÉ QUIERES QUE TE DIGA VIDA?

¿Qué quieres que te diga vida?
No quiero una vida sin acentos,
ni unas venas bloqueadas
aunque suene la música sin ti.

Ayer volví a encajar mis pasos quebradizos
bajo la luz de Neón,
porque ya no había un beso en las visiones,
tampoco un paraíso paralelo
con sentimientos de agua.
Alégrate cuando me vaya,
cuando esté en las nubes
y se agriete el cielo con ciertas palabras,
palabras que crecieron a tu lado
y las guardaste en cajas de cerillas.
¿Qué quieres que te diga vida?
Siento la calma y sus pulsaciones.

Poema dedicado por Silvia Savall Pelegri a Las Crónicas de Ava







martes, 7 de octubre de 2014

Poesía: Mi espacio tiempo continuo servido en tu café



Mi espacio tiempo continuo servido en tu café

¡Ostras!
Las ganas de besarte que tengo y de dejarme
perder al parchís contigo
cuando echas tus cincos y me sacas de mis casillas
a tus entrañas.

¡Jolín!
Café mojado a tiempo y sustancia infinita que te tecleo sonriendo
con boca mojada a pillería
y te lo sirvo haciéndote el amor con palabras,
con acciones sazonadas que requieren un nombre:
el tuyo.

¡Joder!
No retires tus pies de mis aposentos y muslos,
iniciada la cuenta atrás te acaricio los dedos
y anclo mi libre voluntad por pertenecerte
a punta lengua que dibuja una flecha en tu tobillo.
¡Reventemos y despeguemos!

¡Amén!
Bendita paz que abrazo en la arena naranja con
los mándalas dibujados con las que me envuelven tus abrazos.
Recordaba 1.Corintios 13:4-8 ….
Si, el Amor.
El antes, durante y después.

@ Las Crónicas de Ava