La mujer de la Atlántida
No es una leyenda expresada por los druidas celta,
ni una ciencia cierta formulada a golpe de lápiz y ratón.
Es una premonición fría y clara que se proyecta
directamente a través de la vista negra
y es alimentada por las aguas que se vertieron desde los ríos gallegos
a los mares del norte, a la inmensidad Atlántica.
ni una ciencia cierta formulada a golpe de lápiz y ratón.
Es una premonición fría y clara que se proyecta
directamente a través de la vista negra
y es alimentada por las aguas que se vertieron desde los ríos gallegos
a los mares del norte, a la inmensidad Atlántica.
Veo una estatua grande de una mujer dorada mirando hacia
el oeste,
hacia las tierras detrás del mar.
Sabia de los sacrificios que se practicaban más allá,
sabia de los corazones arrancados para ganarse el favor de una divinidad muda e inexistente.
En Atenas Platón escribía de ella,
de la mujer de la Atlántida,
de la sabiduría que acumulaba el continente misterioso,
su autentica riqueza,
el conocimiento.
Y las fuerzas de Gea saltaron,
fuegos y terremotos hundieron para siempre una civilización
que brillaba como una luz en el rio del tiempo de la humanidad.
Si hubieran continuado tal vez hoy ya estaríamos tocando las auras de las estrellas.
Solo ella lo sabe,
oculta bajo agua y algas,
la mujer de la Atlántida.
@ Las Crónicas de Ava
hacia las tierras detrás del mar.
Sabia de los sacrificios que se practicaban más allá,
sabia de los corazones arrancados para ganarse el favor de una divinidad muda e inexistente.
En Atenas Platón escribía de ella,
de la mujer de la Atlántida,
de la sabiduría que acumulaba el continente misterioso,
su autentica riqueza,
el conocimiento.
Y las fuerzas de Gea saltaron,
fuegos y terremotos hundieron para siempre una civilización
que brillaba como una luz en el rio del tiempo de la humanidad.
Si hubieran continuado tal vez hoy ya estaríamos tocando las auras de las estrellas.
Solo ella lo sabe,
oculta bajo agua y algas,
la mujer de la Atlántida.
@ Las Crónicas de Ava