domingo, 30 de julio de 2017

Se me hizo más fácil agrandar el mundo - V. El traspaso del milenio - De Las Crónicas de Ava

Se me hizo más fácil agrandar el mundo


V. El traspaso del milenio    


Un déjà vú te recordaba  que estabas lleno de versos
y que podrías volver a tener hambre para seducir al papel.

Como viajero de “entre vidas”      
había varios mundos alternativos a tu alcance.
Quizás estabas triste escuchando a Ryuichi Sakamoto.
Eso solo demostraba que eras sensible por doquier,
lo suficiente para que te fueran accesibles algunas líneas del tiempo.

En 1944 requería mucho valor llevar el triángulo púrpura,
pudiendo evitarlo con una simple firma y renuncia sobre papel estampado.   
A mediados de los ochenta estabas roto y al otro lado del muro.
Cualquiera de tus vecinos pudiera haber sido un “hombre negro del saco”
o un “Voyeur” informativo apuntando tu vida en una libreta.
Disfrutaban delatando a la gente al aparato estatal,
para ver a sus victimas colgadas como a un galgo.

Y las voces de libertad te hicieron agarrar los barrotes
para seguir adelante con tu vida y deshacerte del veneno lento,
que los regimenes totalitarios bombeaban sin parar
por todos los ambientes.
Traspasaste el milenio,
y algo parecido a una energía Zen,
te hizo controlar mejor los efectos de bajadas y subidas.

Te dejaste abrazar por Mishaki
para iniciar el aprendizaje de las teorías del gustar.
Con el auto análisis comprendiste que en ocasiones en la vida
debemos anunciar nuestra muerte,
para hacer sitio a nuevos trazos renovadores.

Y en el lunar de tu nuevo nacimiento
se inicia la expansión dorada
para que puedas dejar algo en tu mano para aquel que lo necesita,
aunque el necesitado seas tú.

@ Las Crónicas de Ava

jueves, 27 de julio de 2017

Poesia de Las Crónicas de Ava - Se me hizo más fácil agrandar el mundo - IV. Señales

Se me hizo más fácil agrandar el mundo











IV. Señales 


A menudo la realidad se transmuta
para que logremos atravesar el techo y llegar al Kilimanjaro.
Entonces podemos tocar el cielo para abrir el pozo de las palabras
y convertirnos en una pequeña partícula en un continente imaginario.

No pienses en perder,
no se vive para convencer,
no solo se escribe por amor,
no temas partirte la boca en esta línea del tiempo
no sigas a Vox Populi,
porque ellos solo ven en ti ocho números y una letra,
con puntos entre medio que intentan dividir tu existencia.

Tus ocurrencias en esta órbita planetaria
te hacen pillar el secreto y demostrar el camino del triunfo
para crackear las parálisis eventuales.

Pides que no borren la sangre que en ocasiones dejas
con tu dedo índice en las paredes de las principales avenidas.
Tienes poder para danzar como quieras,
puro y carnal,
con sangre verde en tus pulmones  de Semikamikaze  calculado.

En tu torre de hielo,
sabes quemar cometas y ponerle luz a la necesidad de crear,
sabes demoler puentes que te atan.
y cuando reconoces los sucesos que ocurren bajo los ojos del halcón universal,
sabes que llego el tiempo para tocar el suelo,
salir del ciclo,
y poder irse.

@ Las Crónicas de Ava

domingo, 23 de julio de 2017

Las Crónicas de Ava - Se me hizo más fácil agrandar el mundo - III. Didgeridoo

Se me hizo más fácil agrandar el mundo
III. Didgeridoo
Las estatuas emiten sensaciones muy diferentes
a la de los humanos.        
Hace tiempo pienso que la expansión de la luz
no solo avanza en línea recta,
sino que también se manifiesta en el gesto de una caricia
y en los besos convertidos en benefactores de la humanidad.

La nobleza que produce la soledad me hizo estudiar a fondo
la teoría del dolor.
Llegue a dar las gracias por poder experimentar diferentes cielos.

Los fuegos de las hogueras, donde quemaban las brujas,
actúan como faros de aviso en la línea del tiempo,
para que no se me ocurra bajar y pisar tierra del odio
que puede hacerme morir lentamente en vida.

Soy capaz de hacer de este Sur un Norte
y llevar la gratitud solar a Júpiter,
para hacer girar su mancha roja
y llevarla a los corazones debilitados de la Tierra
que ya saben que no hay Karma.

Las vibraciones de un Didgeridoo hacen escribir
la veracidad de lo que se siente.
Toma este Kiwi y piensa conmigo en Tasmania.
Ya deberías saber que nadie es de nadie
y que el sentimiento perpetuo es escaso de hallar.
Lo especial no se da sin más,
fíjate en ese pájaro que entrega al completo y jamás acepta migas.

No hagas caso al que dirán, es tu vida.
Cae lluvia en tus manos gastadas
y esto es lo que puede dar tu coraza.
Sigue a la ola “Multi-Amor” y con colores ocre,  que sale del Didgeridoo.
Depende de ti creer y luego hacer.
Ya sabes que tu ceniza no es de aquí.
Recógela y flota sobre el asfalto de todas las ciudades.
Con tus ojos negros puedes pintar visiones de un mundo unido
en los muros urbanos,
puede que consigas que ya no haya más niños de la guerra.

Ahora estás aquí y no saliste de la costilla de Adán.
En tu mano guardas una papeleta con el mensaje:
“Hasta el final”.

@ Las Crónicas de Ava

viernes, 21 de julio de 2017

Las Crónicas de Ava - La mujer maravilla y el hombre incombustible en los cielos de Bilbao

La mujer maravilla y el hombre incombustible en los cielos de Bilbao
En Junio te mostré que hay lazos luminosos,
que te obligan a decir la verdad si te atrapan.
Te miraba y sentía satisfacción por poder hacerte retroceder a un tiempo,
en donde las amazonas aún cultivaban  las artes corporales encima de las espaldas de los caballos.

Entraba por Cantabria y los cielos se nublaron cuando empecé a visualizar las colinas de Bilbao.
Vuestra ciudad, vuestra jungla. 

Al llegar me hiciste subir 
a vuestro recién construido reino en los cielos de Bilbao.
Me sacudía el polvo de todos los mundos que quería agrandar,
y sin casi percibirlo,
en esos seis días,
vosotros agrandaste un poco más mi mundo.

Me preguntabas si quería ver monumentos,
y te respondía que lo que más me atraía conocer en las ciudades,
eran las personas.

Me aporto mucha motivación ver la ilusión con la que Ramón iniciaba una nueva andadura en su vida.
Cuando regresaba a casa escuchaba atentamente sus relatos,
veía sus ojos cansados, pero rellenos de nueva fuerza. 
Igual que el agua correa las piedras de un río,
sentí verdadera amistad hacia este hombre incombustible y luchador.

Los días sucedieron con largas y profundas conversaciones,
que reforzaron la psique y el corazón de ambos.

Y ese borrador en la mesa de la cocina,
con una historia que hablaba de una madre coraje.
Sospecho, que esa madre coraje,
reflejaba la propia actitud y fuerza positiva que tenia su autora.

Bilbao para arriba, Bilbao para abajo,
cuestas y bajadas por todas partes rodeadas de colinas.
Una semana que nunca olvidare,
ni a ti, ni a el.

@ Las Crónicas de Ava