No sigo a Vox Populi
Oigo hablar a otros de cómo deberían ser las
relaciones,
de cómo se debería pintar una rosa y entregarla cuando estas enamorado.
Unos hablan de las limitaciones del amar,
de que por algo las tradiciones se encargan de guiar,
y cuando paseo por la ciudad veo muros pintados
con eslóganes dependientes como “Sin ti, no soy nada”.
¿No soy nada? Es deprimente, derrotista,
una capitulación estrepitosa ante las mareas imprevistas
que invaden tu plaza personal.
Quien patea el mundo,
posiciona su camino.
Con una farola en tu mente,
aprietas manos que pueden hacerte aún más grande.
Ver días más allá, comprender porque tu corazón es así
y va en contracorriente de Vox Populi
He dicho, ver más allá,
no prometo lo que sé que no puedo cumplir.
En una conferencia dije,
lo decía convencido:
Pelea y conquista la vida que quisieras tener.
Agarra la moneda que te dieron al empezar a correr
y multiplica hasta comprarte el mundo que te pertenece,
hasta recoger la siembra que llevas practicando con tanto amor y entusiasmo.
Unos días atrás aconteció mucha muerte,
en Paris,
y siempre es lo mismo.
¿Y ahora qué?
Nos pueden quitar con tanta facilidad la tabla sobre la cual pisan nuestros pies.
Si ellos no tienen miedo a morir,
yo tampoco la tengo a defender.
La libertad no es un derecho dado por genética,
es un logro consolidado a diario.
Sigo haciendo vida.
Evito multitudes y ruidos,
me atraen los callejones silenciosos
donde puedo llamar a esa persona
a la que deseo regalar un globo rojo,
mediante mi voz,
mediante la chispa de un sentimiento furtivo que puedo sentir
en cualquier momento.
No sigo a Vox Populi.
Bendita tú,
que tienes libertad para elegir estar un tiempo conmigo.
Afortunada tú,
a la que puedo hacerte sentir especial.
Aprendí, que dejar, es encontrar de nuevo,de cómo se debería pintar una rosa y entregarla cuando estas enamorado.
Unos hablan de las limitaciones del amar,
de que por algo las tradiciones se encargan de guiar,
y cuando paseo por la ciudad veo muros pintados
con eslóganes dependientes como “Sin ti, no soy nada”.
¿No soy nada? Es deprimente, derrotista,
una capitulación estrepitosa ante las mareas imprevistas
que invaden tu plaza personal.
Quien patea el mundo,
posiciona su camino.
Con una farola en tu mente,
aprietas manos que pueden hacerte aún más grande.
Ver días más allá, comprender porque tu corazón es así
y va en contracorriente de Vox Populi
He dicho, ver más allá,
no prometo lo que sé que no puedo cumplir.
En una conferencia dije,
lo decía convencido:
Pelea y conquista la vida que quisieras tener.
Agarra la moneda que te dieron al empezar a correr
y multiplica hasta comprarte el mundo que te pertenece,
hasta recoger la siembra que llevas practicando con tanto amor y entusiasmo.
Unos días atrás aconteció mucha muerte,
en Paris,
y siempre es lo mismo.
¿Y ahora qué?
Nos pueden quitar con tanta facilidad la tabla sobre la cual pisan nuestros pies.
Si ellos no tienen miedo a morir,
yo tampoco la tengo a defender.
La libertad no es un derecho dado por genética,
es un logro consolidado a diario.
Sigo haciendo vida.
Evito multitudes y ruidos,
me atraen los callejones silenciosos
donde puedo llamar a esa persona
a la que deseo regalar un globo rojo,
mediante mi voz,
mediante la chispa de un sentimiento furtivo que puedo sentir
en cualquier momento.
No sigo a Vox Populi.
Bendita tú,
que tienes libertad para elegir estar un tiempo conmigo.
Afortunada tú,
a la que puedo hacerte sentir especial.
y cada vez se hace más intenso,
más sentir como Lobo,
más intención de compartir contigo un secreto.
@ Las Crónicas de Ava
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