Foto quemada, le dije. Vida
preciosa, me dijo
Hacia tiempo que no me sentía activa.
Seguía las partículas de un hogar que había construido,
de mueble a mueble,
de emociones que desprendía sin pensar, sin calcular, sin dibujar.
Seguía las partículas de un hogar que había construido,
de mueble a mueble,
de emociones que desprendía sin pensar, sin calcular, sin dibujar.
Un día, después de muchos años,
me desperté viendo la prole ya crecida y tomando sus decisiones.
Me acerque al espejo, toque mis labios, acariciando mi cabello de arriba
a abajo,
metiendo el pelo entre mi boca,
coqueteando con la apetencia que me reflejaba el espejo
y las luces difuminadas del fondo presente inducían a convertirlo en momento precioso.
Una voz me dijo que despertara, que me quisiera, que gustara,
me hablo de una vida que quería despertar de nuevo desde la punta de mis dedos.
Rebelión positiva,
eso me decía,
y a medida que me miraba con las visiones que salían de sus ojos,
los míos rompieron el muro y empecé a abandonar la sequedad de mi boca
y el me abrazo,
me llevo.
@ Las Crónicas de Ava
Fotografia de: Jesus Guerrero
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