¡Luna! Me tatúas con marea
En huecos y cielos dan testimonio lunas diversas,
igual que las personas,
se presentan variadas, pausadas y apuradas.
Las lunas de Marte,
rojizas por la sombra de su madre,
se pintan guerreras y de color arcilla espartana.
Las dos vigilias de Marte en alerta,
saben de buen trato, son compañeras.
Nunca he visto la luna de Venus,
nunca he visto el dedo que dibuja el afecto
en el corazón atmosférico de Venus,
no nació Luna que sepa seducir a la diosa desbancada.
Escribo un borrador, en muro ajeno,
en tabula rasa, sobre piel candente.
Me dijo su nombre:
Luna.
Pienso en su cara,
dispersada con cráteres perpetuos de los sueños no recordados
de los humanos de abajo.
Si alzo mi mano,
tú eres esa Luna cercana
que me viste de luz con ideas de corchos recién sacados
de botellas con mayoría de edad para ser consumidas.
Cierro ojos,
recibo sensaciones,
la quiero.
Derivado de la descendencia de la Tierra
me transmite siempre en cadena.
En huecos y cielos dan testimonio lunas diversas,
igual que las personas,
se presentan variadas, pausadas y apuradas.
Las lunas de Marte,
rojizas por la sombra de su madre,
se pintan guerreras y de color arcilla espartana.
Las dos vigilias de Marte en alerta,
saben de buen trato, son compañeras.
Nunca he visto la luna de Venus,
nunca he visto el dedo que dibuja el afecto
en el corazón atmosférico de Venus,
no nació Luna que sepa seducir a la diosa desbancada.
Escribo un borrador, en muro ajeno,
en tabula rasa, sobre piel candente.
Me dijo su nombre:
Luna.
Pienso en su cara,
dispersada con cráteres perpetuos de los sueños no recordados
de los humanos de abajo.
Si alzo mi mano,
tú eres esa Luna cercana
que me viste de luz con ideas de corchos recién sacados
de botellas con mayoría de edad para ser consumidas.
Cierro ojos,
recibo sensaciones,
la quiero.
Derivado de la descendencia de la Tierra
me transmite siempre en cadena.
@ Las Crónicas de Ava
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