No sentir nada
Eso quisiera.
No sentir nada.
Arrancar de mi circulación vital
ese fluido que congela la esperanza
y hace que mis ojos no emitan luz,
solo oscuridad opaca.
Ese fluido que gotea sobre asfalto
con bombas de lagrimas no caídas
y que disciplina a las líneas blancas a seguir el ¿A dónde?
con bombas de lagrimas no caídas
y que disciplina a las líneas blancas a seguir el ¿A dónde?
Me armó del valor que da el escalofrió del
derrumbe anímico.
No
quisiera sentir lo duro que es herir,
lo duro
que es recibir el martillazo
que
aplasta las ganas de vivir.
Es la
condena que el “Ser Real” nos da
al
confesar el atrevimiento a soñar de corazón.
Y al
caer y abrirse las venas
para que
la presión saliera,
para
dejar salir el fluido que abrasa al vivir,
se acerca
una luz con los ojos cerrados,
el cese
del sentir.
@ Las Crónicas de Ava
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