Autosuficiencia
ni en los adioses definitivos.
Es demasiado fuerte e intenso el poder que tienes en tu mente
para dejarte frenar por tópicos, tradiciones y costumbres ajenas.
Potencia la autosuficiencia... y punto.
Sigue el flujo del tiempo,
manejando el timón de tus propias decisiones.
Si crees en lo que haces,
aunque la vida a veces te lo deshace,
volverás a hacerlo otra vez.
No importa si con la misma forma o color,
pero se hará.
Domarte y disciplinarte en las palabras expresadas,
en los hechos realizados,
para que cada acción que salga de tu conciencia y corazón,
tengan todo el peso y la autenticidad de ser veraz,
de ser creíble,
de ser un acto realizado en el que se puede confiar.
Para bien o para mal naciste así
y desde esa certeza puedes crecer.
@ Las Crónicas de Ava
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