Las estatuas radian tiempos diferentes
Enredos de reloj,
son tiempos desperdiciados
que se cuelan por el alcantarillado de la ciudad.
Minuto a minuto se inician escenas
con acciones aceleradas de personas que cruzan calles.
Los semáforos son los fuegos de su majestad,
la urbe metropolitana.
Las auras se adhieren a los espejos de los escaparates.
Miran, compran,
miran, siguen,
miran, piensan,
miran y lamentan profundamente esos minutos y horas
con los bucles mata-ilusiones que siguen agarrando de ellos.
Hacer el amor en medio del parque,
teñido y cubierto con sabanas de la conquista de Roma.
Se corona la estatua del anclaje
por ser espíritu enjaulado en carne.
Y si cierras los ojos en la ciudad y en la entrada
de los fuegos crematorios de los cajeros automáticos,
entonces llegaras a oír la voz de tu madre llorando por ti.
No es tarde para darte cuenta,
que no has nacido para recorrer ciegamente los postes kilométricos
que han colocado delante de ti.
El olor a sangre verde de las hojas partidas en tu mano,
te recuerda que aún no es tarde,
no lo es.
son tiempos desperdiciados
que se cuelan por el alcantarillado de la ciudad.
Minuto a minuto se inician escenas
con acciones aceleradas de personas que cruzan calles.
Los semáforos son los fuegos de su majestad,
la urbe metropolitana.
Las auras se adhieren a los espejos de los escaparates.
Miran, compran,
miran, siguen,
miran, piensan,
miran y lamentan profundamente esos minutos y horas
con los bucles mata-ilusiones que siguen agarrando de ellos.
Hacer el amor en medio del parque,
teñido y cubierto con sabanas de la conquista de Roma.
Se corona la estatua del anclaje
por ser espíritu enjaulado en carne.
Y si cierras los ojos en la ciudad y en la entrada
de los fuegos crematorios de los cajeros automáticos,
entonces llegaras a oír la voz de tu madre llorando por ti.
No es tarde para darte cuenta,
que no has nacido para recorrer ciegamente los postes kilométricos
que han colocado delante de ti.
El olor a sangre verde de las hojas partidas en tu mano,
te recuerda que aún no es tarde,
no lo es.
@ Las Crónicas de Ava
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