miércoles, 11 de marzo de 2015

Poesía: En mi pecho hay un ser de luz



En mi pecho hay un ser de luz

Me quería quedar solo,
como el chocolate negro que induce prohibición
a los que se mojan cada día las ganas en leche,
y se hunden en barcos de galletas en el blanco océano adulterado por unas gotas de cacao.

Le pregunte a una abeja si tenía asiento en su vuelo
porque me quería perder en su flor y fauna,
para no ser un vano episodio que va despacio
en el mundo de los humanos.

Apague el móvil desde medio día.
Que inmensa fortuna el silencio de la luna.
Esta soledad es beneficiosa al despertar la mañana siguiente.
Recibo notificaciones de extrañeza al conectar de nuevo
con mi digital existencia.

Me hervía la sangre,
insaciablemente el riego suministraba pasiones de cuerpo y roles,
de imaginaciones con espuma a café erótico,
mis manos tocaron y soltaron hasta que llego la gran paz después de finalizar la eyaculación.  
Era la confirmación de que el espíritu necesitaba ser alimentado con algo más.

Hoy me puse una camiseta de manga larga,
de color gris y en medio una ilustración de un ser de luz
que con su dedo astral  hacia iluminar
mis conductos de vida con luz malva.
Ya no pensaba
si mi vida estaba vacía,
si mi vida emitida era un cero o una incógnita.

@ Las Crónicas de Ava



1 comentarios:

Eric Lavergne dijo...

Hola. Me gusto :) Saludos desde Francia.