¡Upss!, muerdo el regaliz y me cae una indecencia
líneas blancas en el asfalto y no son salamandras aplastadas,
un año de intensas experiencias,
desamor y elevación,
decepción y capacidad,
muerdo el regaliz y me cae una indecencia,
recojo perdones pendientes,
más que perdones son corajes nacidos de manos extendidas
con todo el valor a pesar de correr riesgo de volver a retirarlas vacías.
¿Sabes?,
estira de mí,
doy para mucho.
Mira en mi bolsillo izquierdo,
olor a regaliz,
te invito a morder,
la tarde da para mucho.
Siéntate conmigo en el bordillo,
adivina a ver enamorados detrás de las ventanas de los autobuses.
Vivimos el proceso,
el ancla suelto,
no llamamos ni definimos.
¿Lo nuestro? ¿Qué nuestro?
De alas de cera son nuestros dedos visibles,
de calma y poder es la mojadura entrante de los ojos cerrados.
¡Upss! Olor a regaliz,
te decía …
@ Las Crónicas de Ava
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