Si de verdad me quieres, demolerás
el puente que te ata
Y no había nada.
Era la oscuridad que no hacía daño,
era el silencio que guardaba tus nanas no creadas,
era la reflexión para dar gracias a la divinidad de los segundos
por respirar renovación continuada.
Los días se sucedieron,
salías a trabajar,
seguías quitando las lágrimas de rabia de tu hijo
cuando su corazón pequeño se sentía atacado.
Sufriste y amaste.
y los violoncelos de tus manos pequeñas
cortan el alimento continuo,
el cariño perpetuo.
Escucha esto, recuerda esto,
aunque este lejos,
aunque aparezca de sorpresa en el parque donde habita mi voz,
recuerda que me renovare cada día en el símbolo del puente caído
que demoliste para estar conmigo.
Escuchaste una voz,
yo un impulso,
y no hay diques que contengan las aguas mansas,
las aguas revueltas,
las aguas dulces y saladas,
las aguas que se besan en cada labio de átomo de hidrógeno.
@ Las Crónicas de Ava
Era la oscuridad que no hacía daño,
era el silencio que guardaba tus nanas no creadas,
era la reflexión para dar gracias a la divinidad de los segundos
por respirar renovación continuada.
Los días se sucedieron,
salías a trabajar,
seguías quitando las lágrimas de rabia de tu hijo
cuando su corazón pequeño se sentía atacado.
Sufriste y amaste.
y los violoncelos de tus manos pequeñas
cortan el alimento continuo,
el cariño perpetuo.
Escucha esto, recuerda esto,
aunque este lejos,
aunque aparezca de sorpresa en el parque donde habita mi voz,
recuerda que me renovare cada día en el símbolo del puente caído
que demoliste para estar conmigo.
Escuchaste una voz,
yo un impulso,
y no hay diques que contengan las aguas mansas,
las aguas revueltas,
las aguas dulces y saladas,
las aguas que se besan en cada labio de átomo de hidrógeno.
@ Las Crónicas de Ava
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