martes, 10 de diciembre de 2013

Relato: El Cliente



El Cliente

El nunca decía nada.
Entraba por la habitación, me miraba,
con ojos que brillaban como carbón de sol platino,
y me entregaba un sobre.

Su lista para hoy,
sus particularidades tan suyas,
realmente suyas, que nunca había conocido antes en un hombre.
Yo estaba acostumbrada a todo,
a insultos, a borrachos, a hombres que por tener rabo se creían los dueños con llave,
pero realmente no eran nada,
vegetaban en la vida como pobres infelices en una historia que no los iba a recordar.

Yo nunca le pregunte porque no hablaba,
solo al principio el me hizo un gesto con un dedo en su boca
y con el bolígrafo en su mano escribía en su libreta:
“Jamas me preguntes porque no hablo. Es mi decisión. Solo te pido que cumplas
mis deseos que te entregare en un sobre
cada vez que vengo a verte,
cada vez que deposito mi cuerpo sobre el tuyo,
cada vez que cierro los ojos para navegar lejos”.

Se quito la chaqueta, los zapatos, ordenado hoy,
otras las dejaba en cualquier parte,
nunca sabia que lado suyo me iba a encontrar hoy.
Acto seguido se recostó sobre la cama
y adopto una posición fetal.
Me acerque a el. Con la posición inversa
para encajar en su moldura.
Le miraba la cara, y mis dedos recorrían lentamente
sus cejas, el contorno de los ojos,
cerrados.
Mi mano hoy era pluma, asi me lo pedia,
deseaba que escribiera ciertas palabras en su rostro,
en su cuerpo, y cada vez que terminaba por
escribir una, se la susurraba al oído.
En algunas palabras se le escapaba una leve sonrisa,
su rostro al fin y al cabo no era un enigma tan impenetrable
como aparentaba.
Hoy me dejaba jugar con las palabras,
las podía elegir yo.

Se que era mi trabajo, era mi decisión vivir así,
pero cada vez que el venia me costaba trabajo
mantener separado los sentimientos personales
con los de mi oficio, el más antiguo según decía,
pero pienso que la magia y los brujos y brujas debieron existir mucho antes.
Sentía un nexo muy especial con ese hombre,
a veces dudaba si llamarlo así,
¿o era un ángel caído que deseaba volver al cielo?

Olvidaba decir que cada carta que me entregaba
llevaba un título, como si fuera una vela con cera de palabras
que se iban consumiendo a medida que iba haciendo
y el se dejaba.
En ocasiones, le sentía triste,
como si el deseara que mis  caricias le hicieran olvidar
lo que le llevaba atormentando por dentro.

Cuando terminábamos,
el siempre se mostraba cariñoso,
no abusivo, ni pesado como algunos acostumbraban,
pero si siempre con algún gesto o detalle hacia mí,
como queriéndome decir que le importaba mucho
que estuviera con el.
Yo también era humana, y mucho,
y ese constante goteo de presencia y miradas que iba dejando
sobre mi,
no me dejaban insensible,
en cierta forma lo quería,
en cierta forma lo que hacíamos era mucho más lo que
se escondía tras un intercambio de servicios.

Y se iba, hoy me abrazaba, así se despedía,
otras un regalo,
otras solo me miraba,
y sabía que ese medio ángel, medio hombre
iba a volver, siempre hacia mí.

@Ava


Sigur Ros - Hoppipolla (Live)






Frases de Ava



Tengo que confesar que soy un ser pasional, y a veces las emociones me invaden de forma torrencial y me cuesta contener, aún asi el buen corazón y la razón me dan finalmente (tarde lo que tarde) la mano que controla, que calma, que aplana con un horizonte lleno de fuerza y de esperanza. Como decia una buena amiga mia ... somos lo que somos por dentro, y negarlo resulta engañoso.
@Ava


Frases de Ava



¿Comer, Follar y Dormir no es todo verdad¿ Por eso me gusta tanto abrir cacahuetes para hacer crujir la vida.
 @Ava 

domingo, 8 de diciembre de 2013

Poesia: ¿Y si existe esa oportunidad?


¿Y si existe esa oportunidad?

Y si me disuelvo bajo el peso del mundo ladrillo,
y si con la aceleración de los nanosegundos mi rostro se transforma
en pixeles de acuarela misterio,
y si hago esfuerzos para separar mis átomos de mis ojos astrales,
tal vez en el supuesto reino de los cielos

me dejarán intentarlo otra vez,
me permitirán existir en doble plano para verme nacer de nuevo,
para ver porque me caí en ese pozo al poco de hablar,
en la media de docena de intentos que requiero para decir “Quiero Vivir”.
 

Si existe esa segunda vida, esa segunda oportunidad,
tal vez alguien sujete a mi madre antes de caerse conmigo dentro,
tal vez pueda
que cuando me vuelva a sentar a los 15 años al lado de esa chica que quería
no me volverán a temblar las piernas otra vez.

Pueda incluso que mi familia no se haya roto,
y volvamos a comer juntos,

en la mesa, en la casa.

@Ava

sábado, 30 de noviembre de 2013

Poesia: Varita mágica


Varita mágica

Había una varita mágica tirada en el suelo,
anclada en medio de una tierra ambulante y de un arbusto seco
donde colgaba una estrella del año impar.

Una estrella con 365 puntas,
no las conté, pero lo sabía.

El arbusto tenia ramas de color malva
y sus raíces iluminaban desde el fondo de una transparencia no conocida.

Mi mano no alcanzaba la varita,
pero mi deseo de llegar a ella sí.
La varita gri
s y apagada,
lo notaba,
 y con mi presencia, con mis deseos, se torcía,
se hacía serpiente liberadora de los anclajes.


La varita adquiría los colores del iris,
de los arcos, de los cielos detrás de los cerros,
de los lagos ocultos en cuevas sin luz.


La varita se acercaba,
contorneando mis pies,
trepando por mis piernas y mis manos caídas hacia abajo
recibieron el chispazo de la punta de la magia, de la punta de la varita.
Un deseo.



@Ava

Frases de Ava

Lo cierto es que tengo el dedo indice enrollado a la cuerda de una realidad innegable y aún asi sigo tirando de ella.
@Ava