Hay un nuevo sol ...
y cada vez lo veo más cerca,
sus manchas solares me revelan como es,
sus llamas me transmiten calor,
se que cada mañana aparece y ilumina con una sonrisa.
Se que cuando se va, me deja un dia para recordar.
Ese sol danza en el cielo,
se calma de sed cuando desaparece detras del mar.
Ese sol es una alegria de vivir y lo puedo soñar con ilusión.
La retirada solo es una estrategia provisional para emprender otra via y encontrar esa brecha que te lleve a la victoria, al triunfo final y a la conquista merecida de la felicidad. Si. es esa felicidad que ya has sabido sentir y saborear en momentos clave de tu lucha vital.
@Ava
Sabes,
Muerte,
a veces te pienso, te huelo,
no se donde estas, pero estas,
no se cuando, pero vendrás.
No te tengo miedo, ni ganas,
no te tengo por un dios, ni por una ilusión.
Algunos días que vivo los voy metiendo en bolsas impermeables,
en sustancias memorables,
para llevarme algunas cuando cruzó tu umbral,
para nacer de ellas cuando decida aparecer de nuevo,
tras el umbral,
tras la luz,
tras la oscuridad.
Sabés,
Muerte,
la vida me trato bien,
en general,
la vida me hizo sufrir,
en general,
la vida dejo el rastro de la pintada,
si la sigo viajo en el tiempo,
si no sigo vivo el instante.
Y tu eres un final de este túnel,
plagado de nubes, estrellas y respiraciones.
No te digo más,
estas dentro, positivamente te he aceptado.
¿Qué quieres
que te diga vida?
¿Que quieres que te diga Vida?
Eres un nacer y morir,
me toca soportarte, agradecerte, maldecirte, besarte, romper astillas de árbol para mostrarte símbolos
de felicidad.
Arranco la tierra mojada con mis manos
y me unto la cara con lo que tu llamas planeta,
en sacrificio de 80 o 90 años crecen las margaritas a mi lado,
remiten sus pulsos las hormigas enanas a mi derecha, y me haces caminar con lo que pueda a mi
izquierda. Cuando te pido, es cuando no más puedo. Cuando me callo no ruego, no necesito.
¿Que quieres que te diga vida?
Jugamos a atrapar, me escondo, esquivo, y aún asi, me persigues. Tengo tu huella pegada en la sombra que
proyecta mi espalda,
dia, noche, incertidumbres, explosiones, euforias, calmas, la huella
proyectada. Más no pienso a menudo, más siento a menudo, más me vuelvo a ese lado, a ese lado
llamado Poesia y no se si llegas a entender, vida.
Nos
conocimos curioseando. Tu de Oriente, y yo de un Extra-Mundo. Abrimos
apetitos a base de pequeñas dosis de cariño y simpatía. La lata la
abríamos los dos por las dos partes opuestas para encontrarnos justo bajo la
lluvia cayendo. Tu apetito
lo adivinaba con mis insinuaciones mostradas a base de un tacto e instinto
desarrollado por años. Empezaron
las revelaciones, yo no paraba, y tú querías saber más. Un juego peligroso que
llego a quemar tu conciencia moral y racional. En un ataque de inseguridad tú
querías irte, yo te abrí la puerta y dije “Puedes irte”. Al poco te arrepentíste
y volvíste, mi puerta no estaba cerrada con llave y entrabas de nuevo.
Llego la ruptura
total de tus dudas y tus aguas encontraron su cauce natural en mis venas. Un
toma y dame continuo entre tus pulsaciones femeninas y mi libido de niño
crecido me hacia ir al parque continuo solitario para jugar contigo a gato y
rata, a leona y cazado. Tus uñas se clavaron en mi conciencia formada por tu
insistencia y realmente nació lo que tanto temías.
Ahora tu
ausencia es más desolada que la propia Troya expoliada. ¿Deseas
irte? Ya conoces mi naturaleza. Apertura de media luna al máximo. Tal como agua
que llegue a ser en tu boca, lo mismo seré el arco iris al que nunca podrás
llegar.
Los cambios
hasta a mi me sorprendieron. ¿Cómo se puede perder lo que tanto sabíamos que
era único y especial? Yo ya se que un dos es la suma de dos sonrisas adjuntadas
en un masaje de matemáticas afectivas. Los flashes del ayer y de la historia
aún son demasiado recientes.
¿No hablas?
Reserva las palabras porque mi parte humana aun te sigue queriendo y desea más
que nunca tu felicidad. Compréndeme lo que ya has comprendido. Sigo siendo
diferente hasta en la absoluta distancia que has construido. Sal, olvida,
refréscate en nuevos encuentros con semblantes y manos atractivas, suda con
ellos, vacíate y si lo sé… tenemos que vivir.
Un orgasmo me hace pensar en las
nubes que día tras otro rozan sus suavidades sobre la cima de un volcán
adormilado y lo llevan a su erupción, con toda su pasión, con toda su fluidez,
con toda su ternura.