Minusválido ¿De que?
Amigo mío,
no bajes la cabeza al pasar por tu lado
esa Rubia que tanto te hacía perder la cabeza.
Amiga mía,
tus ojos son preciosos,
no los escondas bajo la escusa
de tu aparente timidez.
Todos los que me leéis,
y que certifican vuestra validez en
números de porcentaje,
que en realidad no llegan a expresar
la verdadera grandeza de vuestras vidas,
alzad bien alto con orgullo vuestra identidad.
Minusválidos, ¿De que?
La perfección solo esta destinada para las criaturas
celestiales.
Siete mil millones de continuas imperfecciones
que respiran, trafican y excusan por calles, mares y aires.
Eleva tu valía y conviértete en “Maxiválido”.
Muchas mesas preimpuestas deben aun caer
por el peso de vuestras hazañas y valentías.
Tu silla o tu bastón, hazlos participes de tus aventuras
Con vuestros ojos sabéis seducir,
con vuestras manos llegad a ser expertos en las artes
de las caricias extra-especiales,
con vuestro tartamudeo solo basta con una palabra,
una frase expresada en un minuto de eternidad,
para enamorar a vuestros descubridores.
No utilicéis penas ni llantos de quejas y dolores diarios
para encadenar a amigos, familiares, amantes y demás
a una creciente y diaria muerte silenciosa
de los afectos iniciales.
El dolor y la soledad se vencen con la expresión
de vuestra sonrisa y su práctica diaria
os convertirá en guerreros invencibles del hoy.
No os engaño, el camino no es sencillo,
pero el progreso diario aporta esperanza real
de verte crecer como persona, mil veces persona.
Al nacer adquiristeis unos derechos,
pero también unas obligaciones.
Minus, menos, no sois negativo.
Amigo mió, otra vez,
dile a la Rubia que hoy la has visto sonreír
y que te animo el día.
Cualquier expresión o hecho que se digna darte,
es un regalo,
todo lo que se da son regalos del momento,
no hay lugar para expectativas,
solo vive el momento,
y los momentos se encargarán de hacer crecer
una historia.
Amiga mía,
si te digo que tus ojos me los tatuaría en mi piel
con tal de no perderlos nunca de mi vista.
Tu llevas silla, yo palabras rotas al minuto,
las islas oscuras del café con leche nos esperan
para que tú me lleves y yo de guíe.
@Ava