LA DAMA DE LA JUVENTUD
La verdad es la más sencilla protección contra los laberintos desalentadores de este sistema. La verdad libera inexcusablemente de viejas angustias.
Te digo esto porque mi gratitud es tal que quisiera lanzarme contigo al aíre nocturno, quisiera cantar lo feliz que remiten las secuelas de la vida en el vacío de mi expectación. Quiero dar amor a multitudes de infelices, decir a los de corazón sincero: “Aquí hay esperanza”.
Y ahora procuro concentrarme en un hecho que haga posible que el tacto de anhelo a tiernos tiempos llegue en intervalos de rozamientos de mejillas coloreadas hasta el corazón de tu desear. Te envío saludos desde la profundidad melancólica a cierto nivel dramático.
¡Pensar o dulce soñar! ¿Dónde te has metido con los globos de oxigeno? Eres la persona a quien dirijo la palabra. ¡Espera! ¡No te vayas por favor! Pretendo con intención hacerte pasar un buen “abrir y cerrar de ojos”, pretendo no quedarme a media realidad y así sostenerte para que no caigas. Ahora no se donde prevaleces. Mañana te encontrare en el lugar indicado y a tiempo para que me expliques el secreto de tu juventud.
No lo paso por alto, ciertamente romperé contigo el viejo asfalto centenario. A marcha progresiva estoy entrando en calor de un escritor de rutina.
A veces estás, pero no estás. Por momentos pienso en tu ojo izquierdo para luego pasarme al coraje que resplandece tu conjunto personal.
¿Es verdad que dicen que eres hija prodigio del encanto latino o es que nunca te atreviste a mezclar agua con amor? ¡Espera! ¡No hables en nombre de lo que es bello! Percibo un silencio que me vuelve loco de añoranza de un “posible” que todavía no nacio.
Viento y mar en armonía con la música introvertida. ¡Ya puedes hablar! Que dulce sentir en una ola de sensaciones. Ahora mira como los palillos de madera usan tu piel a semejanza de un tambor. Puedes reírte si las cosquillas te alcanzan, nada más lejos que negarte la espontaneidad de tus emociones.
No eres un cero a la izquierda en absoluto, existes emparejada con la luz de una farola. Enrollado en papel de pergamino te observo anotando en letras y cifras para que quede constancia de la realización de tus actos.
¿Te quedas o prefieres arrancar conmigo estrellas de la noche? Piensa que luego desayunaremos en la orilla del mar de la tranquilidad.
Ya esta bien por hoy. ¿No crees? Aunque en el fondo se que esto nunca se acabara. ¡Hasta siempre Dama de la Juventud!
@Ava