jueves, 30 de octubre de 2014

Poesía: Las palabras que me faltan



Las palabras que me faltan

Cuando se silencian las mañanas
y al romper el día
vi esa belleza de lo intocable.
Caminaba por la Rue Rivoli
sobre espejos de agua
sutilmente.

Ante ti, ante mí,
y en ese instante
susurrando historias,
lo que tú en mi provocabas
en unos minutos de vida.

Tus insociables ternuras,
no puedo ocultar
el dos de bastos
que en tres silabas desnudas
escondí en tus manos
para que tú me leas.

¡Escúchame! ¡Llámame!
Soy libre, hoy.
Y entre cicatrices
te siento a destiempo
bajo la tierra
y las palabras que me faltan,
Sí,
a media voz …
lo que tú en mi provocas.

Dedicado a la poeta Silvia Savall Pelegri

@ Las Crónicas de Ava

martes, 28 de octubre de 2014

Poesía: El poeta que mordió tres veces el polvo y ascendió al nirvana



El poeta que mordió tres veces el polvo y ascendió al nirvana

Es un gesto de pureza cuando te rapas la cabeza
y las puntas de tus dedos perciben el flujo de tus pensamientos.
El cuerpo adquiere desnudez activa
con olor a jabón de piedra de rio.
Con ese sonido del piano medio enterrado en la playa de las catedrales sin fieles
resuena la fuerza del corazón que se recupera en mi maltrecho cuerpo.
Mis uñas aún llenas de la tierra a la que me clave con chispa de vida
para no dejarme arrastrar por los cantos del suicidio de los cinco sentidos abrasados y vendidos.

Lo decía, una y otra vez,
colgado de una percha en el lavadero de las marineras desnudas,
y las miraba, y me perdía en el fondo de la tristeza que sentían por sus maridos desaparecidos.
Y me caía, si,
no hallaba materia fija hasta volver a ser consciente que con cerrar los ojos podría parar el destrozo que me causaba mi propio miedo.
Se lo decía a mi padre,
y al amor que no fue amor sino abandono de una buena mentira.
Se lo decía a mi propio reflejo,
y a una anciana que me preguntaba con nobleza si creía en la proeza que produce la fe.
Y le respondía:
Señora, usted ve mis piernas, yo sus ojos cansados,
permítame que le dé un abrazo porque nos levantamos en silencio,
después de cada martirio.

Llamando a puertas, abriendo personas,
hubo un tiempo que hablabas con proverbios,
y de una energía  que emergió hace dos mil años de un rio y fue colgado años más tarde en Gólgota.
Y cuando te caes, si llegas a pensar, si llegas a traspasar tu cuerpo en espacio y tiempo
 a aquellos que intentaron justiciarles el alma, pero no pudieron,
y se ensayaron con cuerpos y huesos.
Cuando llegas a pensar en tanto dolor impregnado en el flujo del tiempo
te haces valiente y aguantas,
y aunque muerdas la tierra y tragas el agua,
la lágrima del triunfo otorgada por el aguante
te permite seguir reinando con la fuerza con la que te conocen tus allegados.

@ Las Crónicas de Ava

jueves, 23 de octubre de 2014

Frases de Ava



El mejor pesimista es aquel que jamás te va a encamelar un reino de papel inflamable con palabras que se derriten como velas encendidas.


@ Las Crónicas de Ava

Poesía: Palabras sin valor



Palabras sin valor

Si,
palabras basura,
empaquetadas en sensaciones brillantes,
veloces en provocar ilusiones en ojos solitarios.

Si,
palabras remojadas en azúcar de polvo,
para endulzar oídos y hacer creíble que lo que es una estampida a la pared
aparenta ser sesiones de caricias sobre docenas de almohadas de satén.

No,
la pureza no tiene nada que ver con palabras,
son vetadas en los jardines de la permanencia,
escasos son los que permanecen.

No,
no entiendo mi condición de escritor y poeta,
prescindiría de las palabras
para ser artesano de las emociones y expresarlas a través de mis manos.

@ Las Crónicas de Ava

Air - Alone In Kyoto




lunes, 20 de octubre de 2014

Poesía: Hoy no hay luna


Hoy no hay luna

Hoy no hay luna para estas buenas noches,
ni pulso bajo la piel donde comprobar si sufres o vives flotando en punto fijo.

Hoy no hay luna que me dice si marco en el calendario
el día de verde para recordarlo en semanas posteriores
cuando se cuela el hambre emocional.

Hoy si no he visto en mis uñas el reflejo de la luna
y no pude aportar luz al poema que raja mi pecho para nacer
y para ser visible en la transparencia de mi naufragio.

Hoy no hay luna, ni buenas noches ...
y lo lamento.
Tristeza.  

@ Las Crónicas de Ava